Unos 250.000 domicilios continuaban este martes sin luz en la ciudad brasileña de São Paulo y su zona metropolitana, cuatro días después de un temporal que dejó a oscuras a cerca de dos millones de clientes, informó la concesionaria.
El apagón afectó el funcionamiento de colegios, hospitales y ya ha generado pérdidas de casi 1.650 millones de reales (300 millones de dólares) en el comercio y los servicios, según los cálculos de la patronal del sector divulgados el lunes.
El origen fue un temporal desatado la noche del viernes, con vientos de más de 100 kilómetros por hora, que dejó siete fallecidos y provocó "daños severos en la red eléctrica", como consecuencia en parte de la caída de árboles sobre las líneas de transmisión.
La multinacional italiana Enel, la principal concesionaria del servicio en la región, informó este martes que alrededor de 250.000 domicilios amanecieron sin energía eléctrica por cuarto día consecutivo.
La mayoría de los clientes sin suministro está en la capital paulista, aunque también se cuentan por miles los afectados en las localidades de Taboão da Serra, Cotia y São Bernardo do Campo.
El incidente ha sacudido la campaña de cara a la segunda vuelta de las elecciones a la Alcaldía de São Paulo, en las que el actual regidor, el conservador Ricardo Nunes, aspira a la reelección, frente al candidato progresista Guilherme Boulos, apoyado por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
Además, las administraciones federal, regional y municipal se han culpado mutuamente del apagón masivo, el tercero en menos de un año en São Paulo, la mayor ciudad de Sudamérica con sus 12 millones de habitantes.
El Gobierno de Lula dio el lunes un plazo de tres días a Enel para restablecer todo el suministro, abogó por quitarle la concesión a la empresa y criticó a la Agencia Nacional de Energía Eléctrica, órgano regulador que goza de autonomía, aunque está vinculado al Ministerio de Minas y Energía.
Enel señaló en una nota que "reforzó sus propios equipos sobre el terreno, recibió apoyo de técnicos de otros distribuidores y desplazó a profesionales de otros estados".
Enel ya enfrenta en Chile un procedimiento de caducidad de la concesión, que se encuentra en su segunda etapa, tras los interminables cortes que afectaron a la Región Metropolitana a inicios de agosto, en algunos casos de hasta dos semanas y durante los cuales murieron tres personas electrodependientes.
