El presidente de Brasil, Michel Temer, decidió no firmar este año el tradicional indulto navideño, un beneficio previsto en la Constitución del país que concede la supresión de las penas de condenados siempre y cuando se cumplan algunos requisitos, confirmó el gabinete de prensa del gobierno.
El año pasado, Temer firmó un polémico indulto de Navidad, que flexibilizaba las reglas respecto a otros años y podía beneficiar a condenados por corrupción, por lo que la Fiscalía general solicitó su anulación a la Suprema Corte brasileña, que finalmente suspendió de manera cautelar algunos de los efectos de la medida.
Pese a la decisión, confirmada este martes, Temer aún podrá firmar el indulto navideño hasta el 31 de diciembre próximo, el último día de su mandato, si así lo desea.
El indulto es una prerrogativa prevista en la Carta Magna brasileña y exclusiva del presidente. En caso de que Temer mantenga su decisión, este será el primer año en que el beneficio no será concedido desde la retomada de la democracia en Brasil, en 1985.
Sin embargo, el mandatario electo, Jair Bolsonaro, quien asumirá la Ppresidencia el 1 de enero próximo, ya se había manifestado contra el indulto navideño y llegó a afirmar que en caso de que Temer firmase un "indulto para criminales este año, seguramente será el último".