Una pastora evangelista será ministra de la Familia y los DDHH con Bolsonaro
Damares Alves, en diversas entrevistas, ha manifestado dudas sobre el papel que tienen hoy en la sociedad las mujeres, que para ella "nacieron para ser madres".
Damares Alves, en diversas entrevistas, ha manifestado dudas sobre el papel que tienen hoy en la sociedad las mujeres, que para ella "nacieron para ser madres".
El equipo del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció este jueves como futura ministra de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos a la pastora evangelista Damares Alves, quien hasta ahora trabajaba como asesora en el Senado.
"Por orden del presidente Jair Bolsonaro, presento a la ministra Alves, quien se encargará de la cartera de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos", declaró a los periodistas el futuro titular del despacho de la Presidencia, Onyx Lorenzoni.
Según fuentes del equipo de Bolsonaro, a esa nueva cartera será asignada la Fundación Nacional del Indio (Funai), que regula todo lo relativo a los pueblos originarios.
Con el nombramiento de Alves, Bolsonaro ya ha designado a 21 de los 22 ministros que tendrá su gabinete y sólo le resta decidir el nombre del futuro titular de Medioambiente, un despacho que llegó a pensar en eliminar pero que finalmente ha decidido mantener.
Damares es abogada y se desempeñaba hasta ahora como asesora de un frente parlamentario evangelista y del senador Magno Malta, uno de los impulsores de la candidatura presidencial de Bolsonaro y, como ella, pastor de una iglesia de esa religión.
La futura ministra tiene un asumido talante conservador y en diversas entrevistas ha manifestado dudas sobre el papel que tienen hoy en la sociedad las mujeres, de las que consideran que "nacieron para ser madres".
Damares es la segunda ministra anunciada por Bolsonaro, quien ya ha nombrado como titular de la cartera de Agricultura a la diputada Tereza Cristina Costa, quien presidía un frente parlamentario que defiende los intereses de los grandes empresarios del campo.
Bolsonaro, líder de la emergente ultraderecha brasileña, había anunciado su intención de reducir el número de ministerios de los actuales 29 a unos 15, pero finalmente ha establecido que serán 22.
Esa decisión se enmarca en su concepción de "Estado mínimo" y apunta a reforzar una fuerte reducción del gasto, con la que aspira a contener el crónico déficit fiscal brasileño.