Rechazo transversal ha provocado en Brasil la participación de Jair Bolsonaro -ignorando otra vez las recomendaciones sanitarias- en una jornada de pequeñas protestas pro militares. El domingo, el mandatario arengó a manifestantes que desafiaron la cuarentena para pedir el cierre del Congreso y la vuelta del llamado "AI-5", iniciativa adoptada por la dictadura militar (1964-1985) que dio carta blanca a la represión. La actitud de Bolsonaro fue reprobada por el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quien lamentó la doble lucha de los brasileños: la del coronavirus y la del "virus del autoritarismo". El discurso también encontró el rechazo en el pleno del Tribunal Supremo, así como de 15 de los 27 gobernadores y de líderes opositores, como los ex presidentes Lula da Silva y Fernando Henrique Cardoso. Tras ser el centro de críticas, Bolsonaro subrayó hoy su compromiso con la Constitución brasileña y antepuso la "democracia y la libertad por encima de todo". Finalmente, acusó a la prensa de manipular los hechos.