Celso Amorim además valoró la carta de apoyo al ex mandatario brasileño.
"Es un gran estímulo que ella ayude a que sea liberado y que pueda ser candidato a la presidencia", afirmó.
El ex canciller de Luiz Inácio Lula da Silva, Celso Amorim, sostuvo que sería "de gran importancia" que la ex Presidenta Michelle Bachelet visitara al otrora mandatario brasileño en la cárcel, donde cumple una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero.
Bachelet lideró una petición firmada por varios políticos chilenos para que Lula sea candidato a las elecciones presidenciales, sin embargo, la embajada de Brasil canceló la reunión en la que sería entregada dicha carta.
En conversación con La Tercera, Amorim destacó que Bachelet es "una mujer formidable conocida no solo por ser Presidenta de Chile, sino que también porque ha ejercido cargos importantes en Naciones Unidas".
"Es un gran estímulo que ella ayude a que sea liberado y que pueda ser candidato a la presidencia. Es una cuestión de derechos humanos porque el presidente Lula que no ha sido condenado en la última instancia y es posible que la Corte Suprema diga que no cometió ningún crimen", resaltó.
El ex ministro agregó que "nos importa mucho que la ex Presidenta Bachelet haya firmado y dé su opinión igual que el ex Presidente Ricardo Lagos en su Facebook".
Bajo esa línea y considerando el viaje que realizará Bachelet a Brasil para asistir a un congreso de salud, Amorim afirmó que "sería de gran importancia política, pero también afectiva" que visitara a Lula en prisión.
"El Presidente (Lula) tiene una gran amistad por la Presidenta Bachelet. Otras personas se atrevieron: Pepe Mujica -ex presidente de Uruguay- estuvo con él y no se creó todo ese lío de hablar de la interferencia en asuntos internos", resaltó.
Y añadió: "Si fuera un Presidente es otra cosa pero un ex presidente es una persona política importante que tiene todo el derecho de dar su opinión. Sería muy importante que la Presidenta Bachelet pudiera venir a verlo, pero no soy yo quien lo tiene que decidir".
Lula, quien gobernó Brasil entre 2003 y 2010, está preso desde el 7 de abril, acusado de haber recibido de la constructora OAS un apartamento de tres pisos a cambio de beneficios durante su gestión.
Sin embargo, lidera todos los sondeos de intención de voto, incluso aquellos divulgados después de ser preso, en los que en segundo lugar aparece el diputado ultraderechista, Jair Bolsonaro, un ex militar defensor de la dictadura (1964-1985) y con un largo historial de declaraciones machistas, racistas y homofóbicas.
