En caso de ocupar un cargo público, tendría fuero privilegiado, por lo que solamente podría ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal.
Analistas políticos no ven con buenos ojos esta decisión.
Según la oposición en el mejor de los casos Lula sería una figura decorativa, pero sin ninguna participación en las decisiones.
A pesar de haber sido uno de los blancos de las protestas que se realizaron este domingo, Lula da Silva analiza sumarse al gabinete del Gobierno de Dilma Rousseff, según dan cuenta los medios locales.
Según los analistas políticos, el ex mandatario habría aceptado la invitación de la Mandataria por dos motivos: utilizar la secretaría de gobierno para articular un acuerdo con los diputados para frenar el periodo de impugnación, que el presidente de la Cámara Baja, Eduardo Cunha, pretende instaurar hasta el viernes.
El segundo motivo es para escapar de la justicia común una vez que la denuncia de los fiscales del estado de Sao Paulo fuera transferida al juez Sergio Moro, el mismo que solicitó que prestara declaraciones por supuestos beneficios recibidos por la corrupción de Petrobras.
De acuerdo a los fiscales, hay pruebas suficientes para inculpar a Lula quien podría quedar en prisión preventiva. En caso de ocupar un cargo público, el ex mandatario tendría fuero privilegiado, por lo que solamente podría ser juzgado por el Supremo Tribunal Federal.
Probelmas en el Congreso
En medio de las masivas protestas en contra de la Presidenta, se gestiona una nueva acomodación de los parlamentarios, que estarían abandonando el gobierno por falta de diálogo con Dilma Rousseff.
"Hace algún tiempo que la Presidenta perdió su mayoría en el Congreso, eventualmente tiene apoyo, pero no es siempre. Desde las ultimas manifestaciones, ya está claro que la división no es medio a medio como resultó en las urnas", explicó el analista político, Merval Pereira.
"Cuando se moviliza la gente en su apoyo, siempre es en menor cantidad, está claro que el país no está contra ella y está claro también que fue electa con dinero desviado de Petrobras", agregó Pereira.
Congresistas del partido de los trabajadores estiman que la situación económica puede ser determínate para que Dilma Rousseff continúe en el poder.
"Despues de estas manifestaciones debemos tener la preocupación de dialogar con la sociead brasileña, especialmente con los que votaron por la presidenta Dilma y que tienen una expectativa con relación a su gobierno", indicó el diputado Pablo Pimentel.
"Ella precisa hacer que la política económica avance rápidamente y dé respuestas concretas y positivas para que podamos reestablecer una clima de normalidad en el país", agregó el parlamentario
Para la oposición convocar a Lula da Silva puede ser un nuevo tiro en el pie para Dilma Roussef, porque en el mejor de los casos pasaría a ser una figura decorativa, pero sin ninguna participación en las decisiones.
