El ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) criticó este viernes al Gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro y lo calificó como una "banda de locos", en la primera entrevista que concedió a dos diarios desde la sede policial en la que cumple pena por corrupción.
"Vamos a hacer una autocrítica general a este país. Lo que no puede ser es que sea gobernado por esa banda de locos. El país no lo merece y, sobre todo, el pueblo no lo merece", afirmó Lula en la entrevista concedida al diario español El País y al brasileño Folha de S.Paulo.
Lula no tuvo reparos en aconsejar a Bolsonaro, a quien le sugirió construir un partido sólido, si quiere perdurar en el poder.
El carismático líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT), que se encuentra en prisión desde el 7 de abril de 2018, recibió este viernes a los dos periódicos tras una decisión de la Corte Suprema tras un recurso interpuesto por ambos para revocar una anterior prohibición a la concesión de entrevista.
Durante el encuentro con los periodistas, el ex sindicalista tampoco ocultó su obsesión por "desenmascarar" a quienes lo pusieron tras las rejas y por eso dijo haber tomado la decisión de quedarse en Brasil en vez de salir del país o aceptar algún cargo diplomático.
Lula insistió en su inocencia
En ese sentido, criticó, pero con más fuerza, al ex juez Sergio Moro, actual ministro de Justicia y Seguridad Pública del Gobierno de Bolsonaro y quien un año atrás lo envió a la cárcel cuando comandaba los casos de la Lava Jato, la operación que desveló el mayor caso de corrupción en la historia de Brasil.
El ex presidente insistió en su inocencia, dijo tener su conciencia tranquila y fue enfático al garantizar que prefiere seguir en la cárcel a perder su dignidad.
"Permanezco preso 100 años pero no cambio mi dignidad por la libertad", recalcó en tono enérgico.
Lula, de 73 años, recordó que fue él quien recuperó el orgullo y la autoestima del pueblo brasileño y por eso aseveró que no se va a "entregar".
Los momentos más duros de su reclusión
Aunque durante la mayor parte de la entrevista, grabada también en video, el ex mandatario pareció tranquilo, se quebró al recordar la muerte de uno de sus hermanos y de su nieto de 7 años, en enero y marzo de este año, respectivamente, dos momentos que calificó como los más duros desde su reclusión.
"Vavá (su hermano) es como si hubiera sido un padre para toda la familia. Y la muerte de mi nieto fue una cosa que efectivamente no, no, no ... (pausa y llora). A veces pienso que hubiera sido mejor que yo hubiera muerto. Porque yo ya he vivido 73 años, yo podría morir y dejar a mi nieto vivir", expresó.
Para el ex mandatario, un solo tema le preocupa y es la situación emocional y económica de sus hijos y de su familia.
"Todos están mal, todos mis bienes están bloqueados (por la Justicia)", precisó.
El ex presidente, que cumplía una pena de 12 años y un mes de reclusión, podría pasar a un régimen de prisión domiciliaria en septiembre, después de que esta semana su pena fuera reducida en el Tribunal Superior de Justicia (tercera instancia) a 8 años y 10 meses.