Faltando poco más de un mes para las elecciones presidenciales, el PT deberá definir en los próximos días la estrategia de la formación después de que el Tribunal Superior Electoral (TSE) vetara la madrugada del sábado la presencia de Lula en la carrera electoral por estar condenado en segunda instancia.
El primer paso para definir la nueva hoja de ruta llegará este lunes, cuando el hasta ahora compañero de fórmula de Lula y posible sustituto, Fernando Haddad, se reuna con su padrino político en la prisión donde el ex presidente cumple, desde abril, una pena de 12 años por corrupción.
"La decisión está tomada, vamos con Lula hasta el fin porque el es una autoridad política en el país", señaló Haddad.
En tanto Marina Silva del partido REDE, ex ministra del primer gobierno de Lula y que también espera heredar los votos del ex mandatario, aseguró que el TSE ya había tomado una decisión y había que respetarla.
"Ahora fue tomada una decisión del Tribunal Supremo Electoral y tendremos los candidatos que puedan ser candidatos. Así la población va a poder elegir", afirmó Silva
"Buscaron alterar la realidad"
En tanto el senador Álvaro Díaz, miembro del partido Podemos, fue más vehemente y aseguró "que la farsa" había llegado a su fin, realizando una dura crítica al PT.
"Es surreal la candidatura preso por corrupción y lavado de dinero, inelegible desde la ley de la ficha limpia. El no podría ser candidato, y aún así presentaron este teatro, mitificaron y buscaron alterar la realidad eludiendo a la población brasileña", aseveró Díaz.
Desde la cárcel, el otrora líder sindical y obrero deberá poner en marcha todas sus habilidades políticas para delinear los próximos movimientos de su partido, que tiene hasta el próximo 11 de septiembre para indicar un nuevo candidato.
Aunque el PT no lo ha reconocido explícitamente, la idea dentro de la formación es que, tras el veto a Lula, la candidatura sea asumida por Fernando Haddad y la comunista Manuela D'Ávila se convierta en su compañera de fórmula para los comicios.