Titular de Defensa dijo que es conveniente que las Fuerzas Armadas continúen en la zona para prevenir incendios.
Durante cerca de un mes los uniformados han combatido más de 500 brotes de incendios.
El ministro de Defensa de Brasil, Fernando Azevedo e Silva, consideró este viernes "conveniente" que las Fuerzas Armadas continúen en la Amazonía para prevenir incendios y dijo que por las condiciones climáticas actuales es posible que la presencia de los militares se prorrogue durante un mes más.
Azevedo señaló que en breve se tomará una decisión al respecto, luego de una reunión que sostendrá con el presidente Jair Bolsonaro para tratar el tema.
"Vamos a reunirnos hoy con el presidente de la República para mirar si es necesario prorrogar la presencia de las Fuerzas Armadas en la Amazonía o no", aseguró el ministro en el marco de la XVI Conferencia de Seguridad Internacional del fuerte de Copacabana.
De acuerdo con Azevedo, los expertos proyectan que el mes de septiembre sea igual o más seco que agosto por lo que señaló que "tal vez la permanencia de las Fuerzas Armadas sea conveniente".
Durante los 29 días de presencia de las Fuerzas Armadas en la Amazonía, los militares han combatido más de 500 brotes de incendios e incautado más de 50.000 metros cúbicos de madera extraída ilegalmente, según explicó el ministro en el evento.
"Esa es una preocupación y es una prioridad de las Fuerzas Armadas, no de ahora sino de todo el tiempo", aseguró.
La Amazonía brasileña registró en agosto pasado 30.901 focos de incendios, cifra que prácticamente triplica la del mismo mes del año pasado y es la peor de la última década, según el estatal Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales.
En el acumulado entre enero y agosto de este año se registraron en total 46.825 focos de incendio, un 11 % más respecto al mismo período del año anterior, debido a la sequía, las altas temperaturas y en gran parte por la deforestación causada por el hombre.
Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de cobertura vegetal dieron la vuelta al mundo y generaron una ola de indignación en la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre a Bolsonaro, por su retórica antiambientalista.
