Además el organismo planea reforzar la seguridad en la Rocinha, la mayor favela de la ciudad, escenario de una "guerra" entre bandas.
Este año, en Río de Janeiro, se han registrado unas 4.000 muertes violentas, entre ellas la de 130 policías.
El comando de la Policía Militar de Río de Janeiro, ciudad que enfrenta una grave ola de violencia, suspendió las vacaciones de unos 2.000 agentes para reforzar el operativo especial que se llevará a cabo durante la fiesta de fin de año.
Esta no es la primera vez que se cancelan las vacaciones de algunos de sus agentes, ya se ha repetido en otras ocasiones con motivo de la celebración de eventos de gran envergadura en la región.
Igualmente, el organismo planea reforzar la seguridad en la Rocinha, la mayor favela de la ciudad y escenario desde hace algunos meses de una "guerra" entre bandas rivales de narcotraficantes.
En esa zona también se estudia la incorporación del Batallón de Operaciones Especiales (BOPE) y hasta el posible refuerzo de las Fuerzas Armadas que llegaron a mediados de este año para ayudar a contener la ola de violencia desatada desde la celebración de los Juegos Olímpicos de 2016.
Según asociaciones de la sociedad civil, en este 2017, en todo el estado de Río de Janeiro, se han registrado unas 4.000 muertes violentas, entre ellas la de 130 policías.
