Tres buses, uno de ellos con pasajeros dentro, fueron incendiados esta noche en Sao Luiz, capital del norteño estado de Maranhao, como represalia a la ocupación, desde el pasado 27 de diciembre, de la cárcel Pedrinhas por parte de la Policía Militarizada brasileña, informaron este sábado fuentes oficiales.
"Vamos a acelerar la investigación de quién ejecutó los ataques. La orden fue dada dentro del presidio, pero quien la ejecutó está suelto y lo vamos a localizar. Desde ayer intensificamos la presencia de la Policía en las calles", señaló a periodistas el secretario de Seguridad de Maranhao, Aluísio Mendes.
En la noche del viernes tres buses urbanos fueron incendiados en barrios populares de Sao Luiz y una comisaría de Policía fue atacada con disparos.
Una niña de seis años que estaba dentro de uno de los buses se encuentra en estado grave en el Hospital Municipal Clementino Moura, en el barrio de Socorrao II.
La institución hospitalaria informó además que la madre y una bebé, hermana de la menor, también sufrieron quemaduras leves, mientras que un hombre permanece internado por el mismo motivo.
El inicio del conflicto
Los ataques ocurrieron un día después de la muerte de dos presos dentro del complejo penitenciario Pedrinhas, el mayor de este estado, donde el año pasado se registraron la mayoría de las 60 muertes de detenidos en Maranhao, tres de ellas por decapitación, según datos del Consejo Nacional de Justicia (CNJ).
El mismo día de los dos últimos asesinatos, que fueron cometidos dentro del presidio a pesar de la ocupación policial, un preso huyo por el portón principal de la cárcel en un momento de descuido de uno de los guardias, que fue despedido del cargo y está siendo investigado.
El pasado 27 de diciembre, sesenta policías militarizados intervinieron "por tiempo indeterminado" las diversas cárceles del estado debido a la violencia registrada en los últimos meses y a la superpoblación carcelaria, en particular, del recinto de Pedrinhas.
La intervención
La decisión de intervenir los presidios fue tomada después de que una comisión de representantes del Ministerio Público y del CNJ realizó una inspección en diferentes cárceles del estado e informó que el hacinamiento de las cárceles no ofrece "condiciones para mantener la integridad física de los presos y visitantes".
"El Estado no va a retroceder ni en un segundo esas medidas", aseveró Mendes, quien convocó a los comandantes de la Policía Militarizada y a los comisarios jefes de la Policía Civil para una reunión de emergencia con el propósito de evitar más ataques a la población.
De acuerdo con la Secretaría de Justicia y Administración Penitenciaria del Estado de Maranhao, actualmente hay 2.196 presos en el complejo penitenciario, que solo tiene capacidad para 1.770 personas.
Según el Gobierno de Maranhao, la Policía Militar no asumió la dirección de las unidades, sino que se encarga de "reforzar la seguridad".