Al menos seis presos murieron y otros ochos lograron huir de una cárcel brasileña tras un motín, según informaron este miércoles fuentes penitenciarias.
Los hechos ocurrieron a última hora de la tarde de este miércoles en el Presidio de Jussara, en el estado de Goiás, cuando agentes penitenciarios fueron atacados por los presos, que posteriormente prendieron fuego en varias celdas.
Según la Superintendencia Ejecutiva de Administración Penitenciaria de Goiás, al menos una víctima murió decapitada y otras dos carbonizadas.
Los ocho presos que escaparon se llevaron las armas de los agentes penitenciarios que abordaron anteriormente y están siendo buscados por la policía.
El sistema penitenciario brasileño vive una grave crisis que se saldó con cerca de 150 muertes en varios centros del país en el pasado enero como consecuencia de disputas entre facciones rivales.
Las reyertas mostraron la gran influencia que tienen en el interior de las unidades y evidenciaron la inseguridad y las malas condiciones del sistema penitenciario.
Según los datos Consejo Nacional de Justicia (CNJ) de Brasil, el país alberga en sus cárceles a cerca de 676.000 internos, lo que supera en más del 70 por ciento su capacidad máxima. Brasil tiene la cuarta mayor población carcelaria del mundo, solo por detrás de Estados Unidos, China y Rusia.