El número de víctimas por el colapso de dos edificios irregulares en Río de Janeiro el pasado viernes ascendió a 15, mientras que los equipos de rescate seguían este martes con los trabajos para localizar a nueve desaparecidos.
Cuatro personas fueron retiradas a primera hora de la mañana de este martes de las ruinas, dos de ellas aún con vida, pero luego fallecieron en el hospital, según explicó el Cuerpo de Bomberos de la capital fluminense.
De acuerdo con la corporación, las víctimas eran tres mujeres adultas, de edades e identidades aún no precisadas, y un varón, quien sería el hijo de una de ellas.
Además de una quincena de muertos, la tragedia dejó ocho heridos, de los que cuatro siguen ingresados en hospitales de la región de Muzema, un barrio de la zona oeste de Río de Janeiro y controlado por grupos parapoliciales conocidos como milicias.
Unos 100 bomberos trabajan desde el viernes en el lugar de los hechos y cuentan con el auxilio de perros rastreadores, helicópteros, drones y máquinas, así como de agentes municipales y profesionales de salud.
Según la Alcaldía de Río de Janeiro, los dos edificios que se desplomaron fueron construidos de manera irregular por las milicias en un área de reserva ambiental y de difícil acceso.
Otros inmuebles podrían derrumbarse
Asimismo, las autoridades advirtieron que otros inmuebles aledaños se encuentran en la misma situación e igualmente podrían derrumbarse, por lo que la Defensa Civil ha desalojado a por lo menos 50 familias y 176 vecinos han recibido atención de los servicios sociales de la Alcaldía.
Los habitantes de 13 edificios vecinos a los dos que colapsaron fueron autorizados para regresar a sus viviendas para que retirasen documentos, ropas y objetos de valor.
Las autoridades brasileñas investigan las causas del derrumbe e intentan identificar a los responsables de esas construcciones, así como los de las fiscalización de las obras.
Además, el juez del Tribunal de Justicia de Río de Janeiro, Ernesto da Fonseca Costa, aceptó este lunes una petición de la Fiscalía para suspender cualquier nueva obra en el condominio construido por las milicias, que cuenta con alrededor de 30 edificaciones.