Cientos de taxistas se congregaron este miércoles en siete diferentes calles de Río de Janeiro, generando grandes atochamientos a primera hora de este miércoles, en una nueva protesta contra la decisión judicial que autorizó el funcionamiento de la aplicación de transporte Uber en esa ciudad brasileña.
Los manifestantes se concentraron frente a algunos hoteles y locales comerciales en que supuestamente es común que los huéspedes o clientes utilicen la aplicación para contratar automóviles particulares para sus desplazamientos.
La protesta frente al hotel Windsor en el paseo marítimo de la famosa playa de Copacabana provocó un extenso atochamiento en la Avenida Atlántica, que a esa hora es utilizada por numerosos conductores que se dirigen al centro de la ciudad rumbo a sus lugares de trabajo.
Los manifestantes exhibieron carteles con mensajes contra Uber, lanzaron fuegos de artificio, llegaron a lanzar hasta un huevo contra la puerta del hotel y alertaron a los turistas a no utilizar la aplicación de transporte supuestamente por razones de seguridad y por sus altos precios.
Tras las protestas en siete diferentes lugares, los manifestantes se dirigieron en sus taxis hacia la sede de la alcaldía de Río de Janeiro en el centro para una concentración mayor y exigir la prohibición de Uber.
Antecedentes
Los taxistas protestan contra una decisión de la magistrada Mónica Ribeiro Teixeira, que en octubre pasado dejó sin efectos la ley con que el Concejo municipal prohibió el uso de Uber con el argumento de que viola el derecho a la libre iniciativa garantizado por la Constitución.
La magistrada señaló en su decisión que el Estado no puede "prohibir una actividad económica lícita, abierta a la iniciativa privada y a la libre competencia", y determinó multas para las autoridades que intenten reprimir el trabajo de los conductores de Uber.
La ley que prohibía el uso de Uber había sido aprobada en agosto por el Concejo municipal de Río de Janeiro.
Los taxistas de Río y de otras varias ciudades de Brasil están en guerra declarada desde hace meses con los conductores de Uber y ya se han registrado casos de agresiones y hasta de secuestros.
El Concejo de Sao Paulo siguió el ejemplo del de Río y aprobó en septiembre una ley para prohibir Uber, pero la Alcaldía reglamentó el funcionamiento de una nueva categoría de taxis en la que pueden inscribirse los conductores de Uber mediante el pago de una licencia.