Las autoridades chinas han detenido a 13 personas dentro de la investigación por el derrumbe de este jueves en las obras de una central eléctrica que causó la muerte de 74 trabajadores en la provincia de Jiangxi, al sureste del país.
Otras dos personas resultaron heridas y en la noche de ayer 68 de las víctimas habían sido identificadas, en un accidente que ocurrió hacia las 07:00 hora local del jueves, en la ciudad de Fengcheng.
La detención de 13 personas. de quienes no se ha divulgado su posible relación con el caso, es el último episodio del siniestro, donde las tareas de búsqueda y rescate habían finalizado prácticamente a mediodía de este viernes, según la agencia estatal Xinhua.
Alrededor de 200 familiares de las víctimas acudieron a Fengcheng para identificar los cadáveres de los fallecidos.
La plataforma de construcción de una de las torres de enfriamiento de la planta que se estaba levantando colapsó cuando alrededor de 70 personas trabajaban en la zona.
Ambulancias, bomberos y otros especialistas en rescates se desplazaron al lugar del accidente poco después de recibir el aviso, y los equipos de rescate aún se encuentran en la zona.
A pesar de los sucesivos endurecimientos de las normativas de seguridad laboral, la falta de medidas provoca cada año miles de muertos en la segunda economía mundial, donde los controles tienden a ser escasos y algunas empresas ignoran los estándares de prevención en busca de mayores beneficios.
Según datos oficiales, en 2015 se registraron unos 281.000 accidentes laborales en China que causaron la muerte de un total de 66.182 personas, aunque algunas organizaciones no gubernamentales denuncian que la cifra real es mayor, ya que, afirman, parte de la siniestralidad no se registra o es encubierta.