"Nuestro país ha entrado en una nueva fase de desarrollo en la que convertiremos a China en un país socialista completamente moderno", afirmó la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino.
Las conocidas como "Dos Sesiones" comenzaron este jueves en Pekín con la apertura de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), máximo órgano asesor en materia política, preámbulo de la inauguración mañana, viernes, de la del Legislativo, que abordará los planes del país para los próximos cinco años.
Los más de 2.000 delegados enfundados en mascarillas, que llenaban el Gran Salón del Pueblo de la capital, comenzaron su sesión a las 15.00 horas local (08.00 GMT) en un día especialmente contaminado en la capital del gigante asiático.
El jefe de Estado, Xi Jinping, y los cerca de veinte miembros del Buró Político del Partido Comunista de China (PCCh) presidieron, sin embargo, la inauguración a cara descubierta desde la tribuna.
El CCPPC ejercía de poder legislativo en los comienzos de la República Popular China, pero en 1954 esas funciones pasaron a la Asamblea Nacional Popular (ANP) y desde entonces actúa como una suerte de Cámara Alta que la asesora en temas económicos y políticos.
El presidente del Comité Nacional del CCPPC, Wang Yang, abrió la reunión con la presentación de su informe sobre su trabajo en 2020 y destacó que en 2021 este órgano se centrará en celebrar el centenario de la fundación del PCCh y la implementación del plan quinquenal que prevé aprobar la ANP.
"Nuestro país ha entrado en una nueva fase de desarrollo en la que convertiremos a China en un país socialista completamente moderno", afirmó.
La reunión del legislativo, que comienza mañana y concluirá el próximo jueves, aprobará el plan quinquenal, centrado en la innovación y en conseguir la autosuficencia tecnológica de China, además de acometer reformas legislativas en Hong Kong, que reforzarán el control de Pekín sobre la ex colonia británica.
Coincide además con el centenario del PCCh, que se cumple el próximo julio, ocasión para la que Xi ha prometido grandes celebraciones.
El presidente chino aprovechará la reunión para enviar un mensaje de fortaleza y exhibir las consideradas "victorias" recientes del país: el control de la pandemia, el crecimiento económico en 2020 pese al coronavirus o la erradicación de la pobreza extrema.
