Un asesino en serie chino, que en 1979 fue condenado a muerte pero eludió la ejecución por buena conducta, ha sido hoy nuevamente sentenciado a la pena capital, por matar a once personas en los últimos cuatro años, informó la prensa estatal.
Zhang Yongming, de 57 años, fue declarado culpable de causar la muerte de 11 personas en la provincia suroccidental china de Yunnan, entre marzo de 2008 y abril de 2012.
Hace 33 años Zhang fue condenado a muerte por homicidio intencionado, aunque en aquella ocasión la sentencia se suspendió durante dos años, lo que en el sistema judicial chino significa que la pena puede conmutarse a cadena perpetua si el reo muestra arrepentimiento y buena conducta.
Tras la conmutación, Zhang recibió varias reducciones de la pena de prisión hasta que finalmente salió en libertad en 1997, e incluso recibió del gobierno local de Jinning, su localidad de residencia, una pequeña vivienda y tierras para subsistir.
"El reo no se sintió agradecido por ello y continuó cometiendo crímenes", señala la sentencia, dictada hoy por el Tribunal Popular Intermedio de Kunming, la capital provincial.
Durante el juicio, Zhang no mostró arrepentimiento, ni se disculpó ante los familiares de las víctimas, afirmó el dictamen.
China es el país donde más penas de muerte se dictan en el mundo (alrededor de 3.000 al año, según organizaciones como Amnistía Internacional, aunque el número exacto se desconoce porque Pekín lo considera secreto de Estado).