La tragedia del pasado 20 de diciembre provocó el derrumbe de 33 edificios y mantiene a 75 personas desaparecidas.
Rescatistas continúan los trabajos en la ciudad de Shenzhen, ubicada en el sur de China.
Un ex responsable de planificación urbana del distrito de Guangming, en la ciudad de Shenzhen (sur de China), donde 75 personas siguen desaparecidas tras un alud de escombros ocurrido el 20 de diciembre en un parque industrial, se quitó la vida tras saltar desde lo alto de un edificio.
Según informó la agencia oficial Xinhua, el oficial, apellidado Xu, murió en la noche del domingo y la Policía ha descartado que se tratara de un homicidio.
Las autoridades no han confirmado hasta el momento si Xu estaba siendo investigado por el accidente, que provocó que 33 edificios fueron "engullidos" por un desprendimiento de tierra y desechos de obras en el distrito de Guangming.
El sábado, en una ceremonia de homenaje a las víctimas del desastre, el principal responsable de seguridad laboral del país, Yang Huanning, prometió una profunda investigación del alud y "graves castigos" a quienes fueran responsables de él.
Las primeras investigaciones atribuyen el desastre al uso descontrolado de una cantera en las inmediaciones del parque industrial como depósito de escombros y desechos de obras de la ciudad.
Shenzhen, vecina a Hong Kong, es una de las urbes chinas que ha experimentado un crecimiento más vertiginoso en las últimas décadas, lo que ha dado lugar a problemas de gestión de los residuos de esas obras, como han reconocido responsables municipales.
Punición propia
El viernes se produjo otro derrumbamiento en China, en ese caso en una mina de yeso de la provincia oriental de Shandong, y dos días después se informó de que el responsable de esa explotación también se había suicidado, en su caso lanzándose al agua donde murió ahogado.
Diecisiete mineros siguen atrapados en ese segundo accidente, en el que fueron rescatadas otras once personas y al menos se confirmó la muerte de uno de los trabajadores.
