Llevar una barba "anormal" o velo en la región china de Xinjiang, foco de conflictos étnicos, será desde este sábado castigado por las autoridades chinas, según una nueva regulación que tiene como objetivo "frenar el extremismo religioso".
La nueva política prohíbe 15 prácticas que incluyen desde llevar velo o portar barba que la normativa tacha de "anormal", sin especificar qué se considera anómalo, hasta negarse a ver los canales de televisión o radio oficiales o impedir que los menores reciban la educación estipulada a nivel nacional.
Además, el texto de la regulación, publicado por medios locales, ilegaliza casarse o divorciarse a través de procesos religiosos en lugar de utilizar procedimientos legales, o dañar de manera deliberada carnés de identidad oficiales, registros domiciliarios e incluso la moneda china.
Las medidas contra estas "manifestaciones de extremismo" se enmarcan en la campaña del gobierno contra lo que considera terrorismo en esta convulsa región del oeste del país, hogar de la minoría étnica uigur, de fe musulmana.
Conflictos entre uigures y han: el origen de la normativa
Los conflictos entre ciudadanos de esta etnia y de la han, la mayoritaria en el país y predominante en el Ejecutivo, son habituales, y Pekín suele atribuir la violencia, por la que han fallecido cientos de personas en los últimos años, a grupos islamistas y secesionistas con vínculos en el extranjero.
Mientras, uigures en el exilio y grupos de derechos humanos consideran que los conflictos son fruto de la represión del régimen a la libertad religiosa de esta minoría étnica y otras políticas en la región.
Las autoridades crearán un "cuerpo especial" para garantizar que se cumple la normativa en toda la región, si bien no han precisado qué medidas punitivas se aplicarán, y el texto sólo menciona que las penas contra delitos graves se decidirán en base a la Ley Antiterrorista y otras legislaciones.
La última decisión del régimen chino es "es otra manera más de legitimizar la represión del gobierno chino contra los uigures", denunció en declaraciones a Efe un portavoz del Congreso Mundial Uigur, Dilxat Raxit.
El régimen chno ha incrementado la presencia militar en Xinjiang en los últimos meses tras nuevos ataques y celebró en febrero un masivo desfile castrense que reunió a más de 10.000 militares en la capital de la región.