Algunos ciudadanos de zonas próximas a la terminal de contenedores que almacenaba productos químicos, como cianuro de sodio, en la que se produjeron dos explosiones hace una semana se quejaron de escozor en la piel después de que lloviera en la zona nueva del puerto de Tianjin, el área afectada.
Según publica este miércoles el diario hongkonés South China Morning Post, algunos de estos síntomas fueron experimentados por voluntarios y periodistas que se encontraban el martes en la zona, cuando hubo precipitaciones.
Un reportero de Caijing, una revista financiera china, aseguró que sentía quemazón en los labios y en los brazos tras estar expuesto a la lluvia, sensación que también afirmaron tener otros ciudadanos, según la página de noticias de Tencent.
Ante el temor a que las lluvias pronosticadas estos días puedan contribuir a esparcir los restos químicos, en especial el cianuro de sodio, altamente tóxico y del que aún quedan centenares de toneladas, las autoridades chinas urgieron a la población a que "se mantuviera alejada" del lugar del siniestro.
La lluvia también ha provocado una inusual capa de espuma en las carreteras cercanas al epicentro de las explosiones, algo que Deng Xiaowen, de la Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin, consideró "un fenómeno normal que ha ocurrido con lluvias previas", cita el South China Morning Post.
Hasta el momento, las autoridades medioambientales de Tianjin han asegurado que los niveles de contaminación en el aire y en el agua se mantienen en niveles "seguros".
Riesgos para la salud
El temor a la nocividad de los químicos continúa, ya que, en el caso del cianuro, puede reaccionar al contacto con agua y producir cianuro de hidrógeno (ácido cianhídrico), extremadamente perjudicial para la salud humana.
Bao Jingling, ingeniero jefe de la Oficina de Protección Medioambiental de Tianjin, subrayó que se habían fortalecido los sistemas de tratamiento de aguas residuales en la zona, y también que habrá respuesta de urgencia ante cualquier escenario de contaminación de cianuro.
Al menos 3.000 toneladas de productos químicos peligrosos, entre ellas 700 de cianuro de sodio, se encontraban en la terminal de contenedores cuando se produjeron las explosiones hace una semana, el 12 de agosto.
Pese a la recomendación oficial de mantenerse lejos de la zona afectada, algunos propietarios de viviendas próximas al lugar de las explosiones que resultaron dañadas continuaron manifestándose al aire libre y bajo la lluvia para pedir indemnizaciones.
Las explosiones han dejado de momento 114 fallecidos, decenas de desaparecidos (cuya cifra oficial oscila entre 50 y 70) y unos 700 heridos.