El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo este viernes que el 25 aniversario de la entrega de Hong Kong a China es motivo de "celebración, no de tristeza", pero criticó a Pekín por incumplir sus obligaciones hacia la antigua colonia del Reino Unido.
Con la entrega, en la que participó el príncipe de Gales, China se "comprometió con entusiasmo al concepto de un país, dos sistemas. Eso significaba que, si bien muchas cosas cambiarían en la superficie, los cimientos sobre los que se había construido el moderno Hong Kong permanecerían prácticamente intactos", dijo Johnson en una declaración grabada en su cuenta de Twitter.
Durante un tiempo, este fue el caso y la antigua colonia siguió "prosperando y floreciendo", pero en este 25 aniversario, "simplemente no podemos evitar el hecho de que, desde hace algún tiempo, Pekín ha estado incumpliendo con sus obligaciones".
Este es "un estado de cosas que amenaza tanto los derechos y libertades de los hongkoneses como su continuo progreso y prosperidad", subrayó el jefe del Gobierno.
"Hace 25 años, hicimos una promesa al territorio y a su gente y tenemos la intención de mantenerla, haciendo todo lo posible para que China cumpla con sus compromisos, de modo que Hong Kong vuelva a estar dirigido por la gente de Hong Kong para la gente de Hong Kong", puntualizó Johnson.