Una lluvia torrencial desenterró unas tumbas en la ciudad china de Huanghua (norte del país), que habían quedado sepultadas bajo tierra y que se cree son de hace unos 1.200 años, según informó la prensa local.
Arqueólogos del país asiático han empezado a investigar este yacimiento, que fue descubierto por un vecino tras las intensas precipitaciones de la semana pasada, y en las próximas semanas tienen previsto iniciar una excavación para averiguar los orígenes de las tumbas.
Las sepulturas se encontraban en un canal de desagüe y, tras las lluvias, quedaron expuestos parte de sus ladrillos.
"Pensé que podía haber algo bajo esos ladrillos", dijo su descubridor, Zhang Jinqiang.
Zhang encontró también una jarra rota y una vasija y los arqueólogos hallaron después dos pequeñas cámaras mortuorias.
Los expertos esperan que, cuando empiecen a excavar la zona, pueda descubrirse allí un conjunto de tumbas que hasta ahora era desconocido.
Las primeras investigaciones apuntan a que las tumbas pertenecen a la dinastía Tang (618-907).