El infanticidio múltiple ocurrió el viernes pasado en un pequeño pueblo de la provincia de Cantón.
La mujer, que había dado a luz a la quinta niña el pasado mes, fue detenida por la policía.
La madre se encargaba del cuidado de las niñas y de su suegro, que sufría una discapacidad.
Una mujer de 31 años aquejada de depresión mató a cuatro de sus hijas e hirió gravemente a una quinta después de su último parto, en el que no tuvo un varón como ella deseaba, informó este lunes la televisión de la provincia china de Cantón, donde ocurrió el suceso.
El infanticidio múltiple ocurrió el viernes pasado en un pequeño pueblo del término municipal de Zhanjiang, donde la madre atacó a sus cinco hijas -la mayor de ellas de ocho años- con un cuchillo de cocina.
La mujer, que había dado a luz a la quinta niña el pasado mes, fue detenida por la policía, después de que sus vecinos denunciaran el macabro suceso.
Tras ser detenida afirmó ante la policía que había decidido terminar con la vida de sus hijas ante la frustración y depresión que sentía por haber dado a luz a una quinta hija en noviembre, y pese a que ella y su marido habían rezado durante años por tener un hijo varón.
En China, especialmente en zonas rurales, tener un hijo varón todavía se ve como un hecho más positivo que tener una niña, ya que el niño heredará en el futuro la casa y las propiedades de la estirpe, mientras que una mujer, al casarse, tradicionalmente va a vivir a casa de sus suegros y su marido.
