Las autoridades chinas confirmaron la muerte de otra persona contagiada por el virus de la gripe aviar H7N9 en la provincia oriental de Jiangsu, lo que eleva el número de fallecidos a 14 en todo el país de un total de 63 infectados, después de tres nuevos casos registrados este lunes.
Según la agencia oficial Xinhua, la última víctima es una mujer de 77 años que falleció anoche (domingo) en un hospital local, tras no dar resultado los tratamientos de urgencia que se le aplicaron en el centro sanitario.
Los tres nuevos casos de contagio registrados corresponden a un hombre de 60 años de la provincia oriental de Anhui, otro varón de la misma edad en la ciudad de Suzhou y una mujer de 68 años de la provincia de Zhejiang, que se encuentra en estado crítico.
Xinhua destaca que ninguna de las personas que estuvieron en contacto con estos tres infectados ha mostrado síntomas del virus.
La zona más afectada por la propagación del virus es la de Shanghai con 24 casos, seguida de la vecina provincia de Jiangsu con 17, la de Zhejiang con 16, Anhui con 3 y Henan con 2, todas próximas y en el extremo oriental del país, además del único caso reportado en la capital del país, Pekín.
Descartan contagio entre humanos
Aunque la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó la posibilidad de una epidemia, ya que no se ha confirmado que el virus se contagie entre humanos, los expertos temen que la cepa pueda mutar a una forma transmisible de persona a persona.
Por su parte, las autoridades chinas aseguran que aún no saben exactamente cómo se expande el virus, pero creen que se contagia de aves a seres humanos, por lo que la capital prohibió el comercio de pollos vivos, siguiendo la norma impulsada en las regiones orientales.
Sin embargo, el Ministerio de Salud y Planificación Familiar insistió en su página web en que el pollo y los huevos pueden ser consumidos sin problemas si son previamente cocinados.