Una mujer fue detenida en China por intentar sacar ilegalmente del país 203 muestras de sangre de mujeres embarazadas, con el fin de hacer ecografías para determinar el sexo de los fetos, una práctica prohibida.
Según informó hoy el diario South China Morning Post, la detención ocurrió en el puesto fronterizo de Shenzhen, ciudad vecina a Hong Kong (que por su alto nivel de autonomía y diferente sistema político limita la entrada desde el resto de China).
En China es ilegal conocer el sexo del feto, una prohibición que se estableció debido a que durante los primeros años de puesta en práctica de la política del hijo único (abolida en 2016) hubo un aumento de los abortos de niñas, por la preferencia tradicional de tener chicos en las familias rurales.
Aunque desde el pasado año se permite a todas las familias chinas tener dos vástagos, las ecografías para conocer el sexo siguen estando prohibidas, y según las aduanas de Shenzhen la práctica de intentar hacerlas en Hong Kong (donde sí se permiten) ha aumentado tras el fin de la política del hijo único.
A principios de este mes, dos hermanos fueron arrestados en la provincia de Cantón, vecina a Hong Kong, por llevar un negocio en el que mediante escáner de ultrasonidos podían conocer el sexo de los fetos, algo que ofrecían en varias localidades viajando en un minibús.