Pekín amaneció cubierta por cielos cafés de nuevo tras la segunda tormenta de arena proveniente del norte en menos de dos semanas.
Tan solo 13 días después de la peor tormenta de arena en una década en la capital china -que dejó varios muertos y desaparecidos en Mongolia-, los medidores de índice de calidad del aire volvieron a exceder sus límites máximos en Pekín en las primeras horas de esta jornada.
La concentración de partículas PM10 (por ejemplo, el polvo o las cenizas) en el aire se situó cerca de los 10.000 microgramos por metro cúbico en el centro de la ciudad, según la prensa oficial.
Las autoridades meteorológicas pequinesas emitieron este sábado una alerta amarilla -la tercera más alta- por la tormenta de arena, que se espera que dure unas 12 horas.
Según expertos, uno de los factores que podría provocar un aumento de este tipo de fenómenos atmosféricos es el calentamiento global, que facilitaría que los fuertes vientos arrastrasen grandes cantidades de arena y polvo de suelos desnudos y secos.
El diario hongkonés South China Morning Post recuerda que Pekín solo había registrado una tormenta de arena a lo largo 2020.
La agencia oficial de noticias Xinhua indicó que las regiones septentrionales de Mongolia Interior, Shaanxi, Shanxi, Hebei, Tianjin, Liaoning y Jilin también se han visto afectadas hoy por las tormentas.