El gobierno de China dio el último paso para imponer en Hong Kong un sistema electoral que le permitirá a Beijing aumentar su control sobre este territorio y complicar -hasta asfixiar- el acceso de la oposición prodemocrática al Parlamento de la ciudad-estado, que tendrá elecciones en diciembre.
A puertas cerradas, el Comité Permanente de la Asamblea Nacional Popular (ANP) aprobó por unanimidad la propuesta del presidente Xi Jinping, que reduce el número de escaños del Parlamento hongkonés elegidos en las urnas desde la mitad a apenas una quinta parte.
Para ello, China ha enmendado dos anexos de la Ley Básica (la Constitución hongkonesa) que alteran la manera en que se elige al jefe del Ejecutivo y el método para formar el Consejo Legislativo -del que la oposición se retiró en noviembre como señal de protesta tras el veto a 4 parlamentarios-, informó la agencia estatal Xinhua.
La asamblea legislativa china ya había dado el visto bueno a la reforma en marzo pasado, en la que el borrador tuvo 2.895 votos a favor, ningún voto en contra y una abstención.
Más parlamentarios afines al PC chino
Las elecciones hongkonesas ya estaban restringidas para favorecer a una élite favorable al gobierno chino, pero ahora el número de representantes elegidos por sufragio directo caerá de 35 a 20 a escaños mientras aumentarán a 40 los diputados designados por el Comité Electoral, afín a Beijing, y a 30 los designados como representantes de diversos sectores empresariales y profesionales.
Así, el Parlamento local pasará de 70 a 90 escaños.
Además, China amplió de 1.200 a 1.500 los miembros del comité que elige al jefe del Ejecutivo con 300 nuevos asientos reservados para delegados hongkoneses ante la ANP y miembros de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino, máximo órgano asesor del gobierno.
Asimismo, la reforma elimina de este comité a los 117 representantes elegidos por los concejales de distrito, que en su mayoría pertenecen a la oposición prodemocrática tras imponerse en las elecciones municipales celebradas en noviembre de 2019.
Y, como colofón, China exigirá a quien se presente el visto bueno de otra comisión, que tendrá poder de veto, para garantizar la lealtad de los diputados y asfixiar "de facto" a la oposición, que reclamaba ampliar los mecanismos democráticos de la ciudad.
En virtud de la Declaración Sino-Británica de 1984, Beijing se comprometió a mantener las libertades en el territorio (inimaginables en la China continental) durante 50 años, hasta 2047, aunque en los últimos meses se han erosionado rápidamente.