El nuevo Gobierno chino que encabezará el presidente Xi Jinping y el primer ministro Li Keqiang, anunciado este sábado, contará con un destacado reformista y una mujer entre sus filas, en una renovación caracterizada por la decisión de adjudicar la mayoría de los puestos a tecnócratas.
En una votación de oficio, la Asamblea Nacional Popular (ANP, el Legislativo chino) rubricó las propuestas que había presentado Li Keqiang, como mera formalidad.
En un país donde el verdadero poder no lo ejercen los titulares de las carteras correspondientes, sino otros organismos -la política de Defensa corre a cargo de la Comisión Militar Central, y la Exterior se estipula en las altas esferas del Partido-, la tarea de los ministros se encamina más a presentar una cara pública que a tomar decisiones de peso.
Como viceprimer ministro principal fue nombrado Zhang Gaoli, uno de los siete miembros del Comité Permanente del PCCh, el verdadero órgano de poder en el país.
Junto a Zhang fueron designados los ex consejeros de Estado Liu Yandong -que se convirtió así en la mujer con un cargo más alto dentro del Gobierno chino- y Ma Kai.
Como viceprimer ministro tercero fue proclamado el reformista Wang Yang, de 58 años y exgobernador de la provincia sureña de Cantón, donde impulsó reformas políticas y sociales.
Yang, que se quedó a las puertas en el Congreso del PCCh del pasado noviembre de formar parte del Comité Permanente, está considerado uno de los probables miembros de la "sexta generación", la próxima hornada de líderes chinos que reemplazará en una década a los dirigentes recién nombrados y encabezados por Xi Jinping y Li Keqiang.
Perfil reformista
La entrada de Wang Yang en la cúpula del poder chino confiere al nuevo Gobierno un perfil más reformista, después de que el jueves se denominara vicepresidente a otro político de talante similar, Li Yuanchao, que ha demostrado gran preocupación por los problemas medioambientales.
La ANP concluirá mañana domingo con la primera rueda de prensa de Li Keqiang como primer ministro, después de un acto de clausura en el que se espera un discurso del recién nombrado presidente chino, Xi Jinping.