Un tribunal chino ordenó a dos fabricantes de juguetes que dejen de producir y vender juguetes con la imagen del popular personaje de dibujos animados "Peppa Pig", que ha enfrentado su primer caso de propiedad intelectual en el gigante asiático.
El diario independiente South China Morning Post informó este miércoles de que la Corte de Internet de Hangzhou, en la provincia oriental de Zhejiang, también ordenó a las compañías infractoras pagar a los propietarios del personaje de "Peppa Pig" una compensación de 150.000 yuanes (unos 22.000 dólares) por violación de los derechos de autor.
Desde su llegada a China en el año 2015, el personaje se ha convertido en toda una celebridad y su imagen se ha usado en una gran cantidad de juguetes, ropa y otros productos.
La serie animada es copropiedad de Entertainment One UK Limited y Astley Baker Davies Limited, con sede en Londres, que presentaron una demanda por infracción de derechos de autor después de descubrir que la juguetera Jufan Limited de Shantou, de la provincia de Cantón, estaba vendiendo un juego de cocina decorado con imágenes de "Peppa Pig" en su tienda de Taobao, plataforma del gigante del comercio electrónico Alibaba.
El productor del juego de cocina era Jiale Toys Industrial, con sede en Shantou, por lo que ambas compañías fueron sancionadas.
Según explicó el juez del caso, Ye Shengnan, la sentencia se basó en que "Peppa Pig" y su familia son personajes artísticos protegidos por derechos de propiedad intelectual.
"Este caso es un hito porque será una advertencia para el caótico mercado y es el primer fallo sobre la infracción de derechos de autor en la producción", explicó Ye.
En otro caso relacionado con jugueteras multinacionales, en diciembre pasado se conoció que la danesa Lego había ganado una batalla legal contra dos empresas de China que imitaban sus productos.
Lego recibió en septiembre una decisión favorable del Tribunal Popular Intermedio de Shantou, que sostenía que ciertos productos de la compañía Bela infringían sus derechos de marca y que la fabricación y venta de esos productos constituían actos de competencia desleal.
Ésta fue la primera vez que Lego ganó un caso de competencia contra imitadores en China, un país en cuyo mercado desembarcó en 1993 y en el que hay numerosas empresas que copian sus productos.