La policía hongkonesa detuvo al menos a 90 personas, entre ellos tres activistas del movimiento prodemocrático, durante una protesta contra la ley de seguridad que China aprobó para el territorio y la decisión del Gobierno local de posponer las elecciones al Parlamento por el Covid-19.
Según recoge la prensa local, varios grupos se reunieron este domingo -día en que debían celebrarse los comicios- en los barrios de Kowloon y Mong Kok para expresar su oposición a dichas medidas.
El rotativo South China Morning Post informa de que los manifestantes corearon gritos antigubernamentales y pidieron la "independencia del dominio chino", proclama ahora constitutiva de delito según la legislación que Pekín aprobó este año.
La policía disparó balas de goma contra los manifestantes en Mong Kok, detuvo a al menos 90 personas por "reunión ilegal" y acusó a algunos de "construir barricadas para bloquear el tráfico, lo que supone una amenaza para los viandantes", informó en un comunicado.
Entre los arrestados se encuentra una mujer acusada de violar la ley de seguridad nacional "por retransmitir eslóganes que promovían la independencia hongkonesa".
Asimismo, tres activistas de la Liga Socialdemócrata, Leung Kwok-hung, Raphael Wong Ho-ming y Figo Chan Ho-wun levantaron una pancarta frente al hotel Eaton para criticar al Gobierno por posponer las elecciones, y acto seguido fueron arrestados "por participar en una marcha no autorizada", recoge el periódico.
La manifestación no logró una asistencia masiva, y estuvo marcada por la fuerte presencia de la Policía, que desplegó a unos dos mil agentes antidisturbios solo en West Kowloon.
Las razones para aplazar los comicios
Antes de la protesta, el superintendente Steve Li Kwai Wah, del cuerpo policial creado por Pekín, advirtió que la manifestación no estaba autorizada y que quien participase en ella tendría que atenerse a las consecuencias.
La jefa del gobierno local, Carrie Lam, anunció el pasado 3 de agosto el aplazamiento durante un año de las elecciones legislativas de la ciudad, previstas inicialmente para el próximo 6 de septiembre, por el "riesgo sanitario extremo" que suponía la tercera oleada de contagios del Covid-19.
Lam negó entonces las denuncias de la oposición prodemocrática de que este aplazamiento se debiese a motivos políticos.
Entre las razones esgrimidas para aplazar los comicios citó el riesgo de contagio debido a la aglomeración de votantes y trabajadores en los colegios electorales o la imposibilidad para los hongkoneses residentes en el exterior de regresar para votar debido a la obligación de guardar dos semanas de cuarentena.
La posposición de los comicios fue el último capítulo de la convulsión política que sacude Hong Kong desde mediados de 2019: en julio, Pekín impuso en la ciudad una polémica ley de seguridad nacional que sanciona con penas que alcanzan la perpetuidad actos como secesión o confabulación con fuerzas extranjeras, lo que provocó temores entre muchos hongkoneses y una reacción condenatoria de parte de la comunidad internacional.
Las elecciones al Consejo Legislativo son la votación popular más importante en Hong Kong, ya que el jefe del Gobierno no es elegido por sufragio directo pese a ser una de las reivindicaciones más antiguas de los prodemócratas.