Un "extremista", un "bufón". Así ha descrito China a Joshua Wong, el desgarbado muchacho de 17 años que quiere llevar a Hong Kong por el camino de la revolución social.
"El pueblo no debe temer a su gobierno", dice, citando la película "V de Vendetta", "el gobierno debe temer a su pueblo".
Cuando toma el micrófono, de pie sobre una tarima, frente a cientos de manifestantes, su voz se enciende para arengarlos.
Ellos le responden, sus palabras surten efecto.
El activismo político de este joven con gafas de pasta negra comenzó antes que las protestas que se desataran hace cerca de una semana en el territorio que Reino Unido devolvió a China en 1997.
De acuerdo con un perfil publicado por el New York Times, dice que su pasión por la política fue algo que heredó de sus padres, quienes lo apoyan.
Cuando tenía 15 años, Wong y unos amigos, establecieron un grupo al que llamaron "Scholarism" ("scholar" significa "estudioso", "académico", "erudito") con el objetivo, afirma, de darle voz política a los estudiantes.
Un primer éxito en 2012
En 2012 el grupo encabezó una marcha de 120.000 estudiantes, que -tras ocupar las oficinas centrales del gobierno- consiguió que se revocara un programa educativo nacional pro China.
Los líderes del territorio se vieron obligados a archivar los planes de enseñar a los alumnos acerca del "avanzado, abnegado y unido" Partido Comunista Chino.
En una reciente entrevista con un diario de Hong Kong el joven declaró que "aunque los estudiantes son menores de edad, no son profesionales y carecen de estatus social, sí tienen un rol que jugar en las políticas de gobierno".
País "semidemocrático"
Dos años después del éxito que consiguió en 2012, Wong se ha convertido en uno de los líderes de la protesta contra la decisión de Pekín de seleccionar a los candidatos que pueden presentarse a elecciones de jefe ejecutivo de Hong Kong.
En 2007 China había prometido a los habitantes de Hong Kong que tendrían sufragio universal.
Eso sucedió, pero sólo podrán votar por candidatos vetados por China, porque para Pekín hacerlo de otro modo llevaría a una "sociedad caótica".
Wong dice que Hong Kong es sólo "semidemocrático" y ha arengado a los estudiantes a que "se preocupen más" por la política.
El líder estudiantil quiere una sociedad libre, donde cada uno tenga la posibilidad de nominar y votar por candidatos para el puesto de jefe ejecutivo de Hong Kong.
Él cree que los estudiantes son las personas indicadas para difundir ese mensaje porque son "idealistas" por naturaleza.
"Desobediencia civil"
Junto a sus compañeros, están bloqueando partes del centro de Hong Kong y, en vez de ir a clase, se juntan en la calle.
Para Wong, lo ideal es la protesta pacífica, pero asegura que a veces es necesario recurrir a la "desobediencia civil".
Ante el temor de que se cortaran las redes de telefonía celular, Wong instó a sus seguidores a descargar una aplicación llamada Firechat, que permite a los usuarios comunicarse sin acceso a internet.
Desde el domingo fue descargada más de 100.000 veces.
Detenido por la policía
Wong ha sido ahora oficialmente señalado como una amenaza para la seguridad del Partido Comunista; es uno de 78 personas que fueron detenidas tras lanzar una avanzada sobre las oficinas del gobierno.
Estuvo detenido sin cargos por más de 40 horas.
A pesar de que una corte obligó a que fuera liberado, la policía dice que se reserva el derecho de volver a detenerlo y procesarlo.
Wong aseguró que mientras estuvo detenido sufrió golpes y anunció que tras un breve descanso volvería a "unirse a la pelea", y lo hizo.
Le dijo a sus seguidores: "Tienen que vivir cada batalla como si fuera la última, sólo así tendrán la determinación necesaria para pelear".