El gobierno chino hizo oficial este jueves el arresto de dos ciudadanos canadienses que llevan más de cinco meses detenidos por los cargos de "recopilar, proveer y vender secretos de Estado a fuerzas extranjeras".
En concreto, el empresario Michael Spavor está acusado de "vender y proveer ilegalmente secretos de estado e información de inteligencia a fuerzas extranjeras", mientras que el diplomático en excedencia Michael Kovrig está acusado de recopilarlos.
"China ha tomado medidas coercitivas contra estos individuos de acuerdo con la ley. Todo lo que se hace en China se hace de acuerdo con la ley y esperamos que Canadá no haga comentarios irresponsables sobre los procedimientos judiciales de otros países", afirmó categórico el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China Lu Kang.
Añadió que las autoridades chinas han llevado a cabo sus investigaciones "de acuerdo con las leyes y regulaciones" y que "los derechos de los acusados están garantizados".
China evita relacionarlo con una ofensiva por el caso Huawei
El pasado diciembre, China confirmó que Kovrig y Spavor estaban "bajo investigación" por su presunta implicación en "actividades que ponen en peligro" la seguridad nacional del país asiático.
El caso parece circunscribirse, sin embargo, a la ofensiva de Pekín para conseguir la liberación de la directora financiera de la empresa tecnológica china Huawei, Meng Wanzhou, detenida en Canadá el pasado 1 de diciembre a petición de EEUU.
Washington considera que Meng ha cometido fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por EEUU a Irán.
Aunque China evita relacionar estos dos casos, las detenciones coinciden con las "graves amenazas" que lanzó entonces contra Canadá y que se vieron como una medida de presión más para que el país norteamericano pusiera a Meng en libertad.
Mientras, el gobierno de Canadá ha expresado reiteradamente su preocupación por la suerte de Kovrig y Spavor, quienes desaparecieron poco después de que las autoridades del país asiático les interrogaran.
El perfil de Spavor y Kovrig
Spavor, empresario de 43 años y oriundo de Calgary, es uno de los pocos occidentales que ha conocido y departido ampliamente con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
Licenciado en Relaciones Internacionales, Spavor acabó fundando Paektu Cultural Exchange empresa con sedes en Londres, Pionyang, Pekín y la ciudad nororiental china de Yanji que organiza, entre otras cosas, viajes turísticos a Corea del Norte y eventos de intercambio con un fuerte acento en la diplomacia deportiva.
Por su parte, Kovrig es un diplomático en excedencia que estuvo destinado en Pekín y en la ONU, y que se encargó de organizar la visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a China en diciembre de 2017.
Kovrig y Spavor "se conocen bien" debido a sus "intereses mutuos" en el noreste de Asia, aseguró en diciembre el periódico hongkonés South China Morning Post, que apuntaba a que ambos se han convertido en víctimas de un "juego de rehenes" por las tensiones trilaterales.
En el momento de su detención, Kovrig que se encontraba en China trabajando para el laboratorio de ideas International Crisis Group (ICG).
Pero según dijo Lu entonces, la ONG para la que trabajaba Kovrig, el laboratorio de ideas ICG, no estaba registrada en China "conforme a la ley".