El exiliado líder espiritual tibetano el Dalái Lama ha dicho que se da cuenta que puede ser el último en detentar la posición, pero le dijo a la BBC que sería mejor que la centenaria tradición cesara "en la época de un Dalái Lama popular".
"La institución del Dalái Lama cesará un día. Estas instituciones creadas por el hombre cesarán", dijo el líder espiritual, de 79 años.
"No hay garantía que después no venga un Dalái Lama estúpido, que se arruine a él o a ella mismos. Eso sería muy triste. Así que, es mucho mejor que una tradición centenaria cese en la época de un Dalái Lama bien popular", aseguró.
El Dalái Lama indicó antes que planea entregar sus responsabilidades políticas a un representante electo, diciendo en 2011 que esa acción respondía a los mejores intereses del pueblo tibetano.
También sugirió que Reino Unido había guardado un bajo perfil con China sobre las recientes protestas en Hong Kong debido a razones financieras.
"Sus bolsillos están más a menos vacíos, por lo que es muy importante para ellos guardar vínculos cercanos con China por razones monetarias", le dijo a la BBC refiriéndose a Reino Unido.
Hace poco que al Dalái Lama se le negó una audiencia con el Papa cuando asistía a una conferencia de ganadores del Premio Nóbel de la Paz en Roma.
El Vaticano dijo entonces que se debía a la "delicada situación" con China.
Responsabilidad moral
En declaraciones al programa Newsnight de la BBC, el Dalái Lama dijo que la comunidad internacional tenía que hacer más para promover la democracia en China.
"China tiene muchos deseos de unirse a las corrientes principales de la economía mundial", aseguró.
"Deberían ser bienvenidos, pero al mismo tiempo el mundo libre tiene una responsabilidad moral de llevar a China hacia las corrientes principales de la democracia, por el propio interés de China".
El Dalái Lama escapó a India en 1959 luego que tropas chinas aplastaran un intento de rebelión en Tíbet.
Pekín considera al ganador del Premio Nóbel de la Paz como un promotor de la división, aunque ahora defiende un "camino intermedio" con China, que busca la autonomía pero no la independencia para Tíbet.