El director de la cárcel La Modelo de Bogotá, el coronel retirado de la Policía Élmer Fernández, fue asesinado este jueves por sicarios que lo atacaron a tiros cuando se movilizaba en un vehículo oficial por una avenida del norte de la capital colombiana.
"Lamento ser portador de una terrible noticia: Acaba de ser asesinado el coronel retirado Élmer Fernández, director de la cárcel La Modelo de Bogotá", una de las más importantes del país, dijo el ministro de Justicia, Néstor Osuna, en redes sociales.
El jefe de la cartera de Justicia detalló que el asesinato ocurrió cuando Fernández iba en un vehículo del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec) por la Carrera 30, a la altura de la Calle 80.
"Los asesinos no nos van a amedrentar y saldremos adelante a pesar de sus afrentas y de su insolencia", dijo Osuna quien añadió que se reforzarán todas las medidas de seguridad para el personal del Inpec.
El presidente colombiano, Gustavo Petro, dijo en su cuenta de X que el coronel Fernández estaba en el cargo hace solo 42 días pues lo había asumido el 4 de abril y "estaba cumpliendo las órdenes de impartir disciplina y haciendo requisas aleatorias".
"Hoy es asesinado vilmente. Se estableció plan candado en Bogotá y se hará un consejo de seguridad extraordinario para establecer medidas para todas las cárceles del país. Un abrazo y solidaridad con toda su familia", escribió Petro.
AMENAZAS DE CRIMINALES
Según el presidente de la Unión de Trabajadores Penitenciarios (UTP), Óscar Robayo, el director Fernández había sido amenazado hace un tiempo y esos hechos fueron dados a conocer a las autoridades.
Las autoridades no han señalado a posibles autores del asesinato pero, según medios locales, el funcionario había recibido amenazas contra él y su familia de un delincuente conocido con el alias de 'Pedro Pluma' por sus acciones para poner orden en los patios de La Modelo, situada en la zona sur de la ciudad.
Entre tanto, el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, aseguró: "Estamos trabajando con las autoridades para dar con los responsables a la mayor brevedad. Hago un llamado a todas las autoridades para que trabajemos juntos por proteger la vida y garantizar la seguridad de todas las personas amenazadas por grupos criminales".
El Gobierno colombiano declaró en febrero pasado la emergencia carcelaria para enfrentar la persecución de bandas criminales a los guardianes de prisiones y combatir la extorsión que se hace desde los centros de reclusión del país, todos con un alto hacinamiento.
La medida se dio luego de una ola de violencia contra los funcionarios del Inpec y que le costó la vida a uno de ellos, llamado Jesús Cárdenas, tiroteado por dos sicarios cuando desayunaba cerca de la cárcel San Sebastián de Ternera, en Cartagena.
En esa ocasión, el ministro Osuna explicó que se iba a disponer de dinero para comprar equipos bloqueadores de la señal de teléfonos celulares en las cárceles, que son utilizados por presos para extorsionar y planear otras acciones criminales.
El Inpec administra 125 establecimientos carcelarios en todo el país con capacidad para 81.740 reclusos pero en la actualidad albergan a 101.976 personas privadas de la libertad.
Eso significa que la ocupación en las cárceles del país excede su capacidad en 20.236 internos, lo que equivale a un hacinamiento del 24,7 %, clasificado como alto por el Inpec.