El trágico incendio de un autobús repleto de niños en la localidad colombiana de Fundación, en el norte del país, que dejó 32 menores muertos y 20 heridos, se ensañó con una familia que tiene 13 de sus miembros entre las víctimas.
Una mujer llamada Merly Castro dijo al noticiero del Canal RCN que en el vehículo que fue devorado por las llamas el domingo con 52 personas a bordo viajaban 13 niños de su familia entre hijos, hermanos, sobrinos y primos.
La familia Castro ya sabe que cinco de los niños murieron calcinados, seis están hospitalizados y dos más, que son los hijos de Merly, no han sido localizados.
El incendio se produjo cuando los menores, de entre dos y doce años de edad, regresaban en el autobús en compañía de sólo dos adultos a Fundación, en el departamento caribeño del Magdalena, después de asistir a una celebración de una iglesia pentecostal.
Las autoridades colombianas investigan las causas de la tragedia y el presidente Juan Manuel Santos, que estuvo el domingo en Fundación, dijo el lunes que se adoptarán todas las medidas para que no vuelvan a ocurrir este tipo de desastres.
Durante un acto de ascensos en la Escuela de Cadetes de Policía General Santander de Bogotá, el presidente renovó los sentimientos de "dolor" y "solidaridad" a todos los familiares de la tragedia.
La investigación
Según reveló la ministra de Transporte, Cecilia Álvarez, el autobús que estalló en llamas no estaba habilitado para circular desde 2012, viajaba con exceso de pasajeros y además el conductor vertió gasolina en el carburador cuando el vehículo funcionaba a gas, lo que parece haber sido la causa del incendio.
La Fiscalía informó que el conductor, Jaime Gutiérrez Ospina, que fue detenido, y Manuel Salvador Ibarra, quien forma parte de la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia y que al parecer fue la persona que buscó el autobús para el transporte de los menores, serán imputados por varios delitos.
A los dos implicados se les formularán cargos por los delitos de homicidio culposo y posiblemente homicidio con intención, ya que el conductor del vehículo era mecánico y conocía los riesgos a los que fueron sometidos los menores.
La honda pena del papa
La tragedia motivó incluso un pronunciamiento del papa Francisco, quien envió un telegrama en el que expresa su pésame a las familias de los fallecidos y da su consuelo a los heridos.
El telegrama, firmado como es habitual por el Secretario de Estado vaticano, Pietro Parolin, señala que Francisco quedó "hondamente apenado" tras conocer el trágico accidente de tráfico.
El papa pidió a las autoridades eclesiásticas del país que expresaran su cercanía y afecto a todas las víctimas y prometió oraciones por el eterno descanso de los fallecidos.
Francisco manifestó "sus sentimientos de pesar a las familias de los difuntos, junto a su esperanza y consuelo para los heridos, con el vivo deseo de que se restablezcan lo antes posible".
El mensaje agrega que el pontífice argentino se ha unido a los que lloran "por esta desgracia y que suplicó bendiciones" sobre todos los colombianos.