Previendo posibles ataques insurgentes, el Gobierno dispuso un operativo de más de 350 mil efectivos, entre policías y militares.
El candidato oficialista Juan Manuel Santos aparece como más probable ganador.
Tras una campaña electoral considerada como la más pacífica en décadas, los colombianos se alistan para elegir este domingo, en una segunda vuelta y entre Juan Manuel Santos y Antanas Mockus, al sucesor del presidente Alvaro Uribe, quien dejará el poder el próximo 7 de agosto tras ocho años en el Gobierno y con una popularidad cercana al 75 por ciento.
Pese a la señalada tranquilidad, el país cafetero se encuentra virtualmente "blindado", y las autoridades han dispuesto un gigantesco dispositivo de seguridad que implicará la presencia en las calles de más de 350.000 militares y policías que cubrirán el 99,5 por ciento del territorio colombiano, según indicó el ministro de Defensa, Gabriel Silva.
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| En la última jornada, dos bombas colocadas por las FARC lograron ser desactivadas por las autoridades. (Foto: EFE) |
Un mapa de riesgo divulgado por esa Secretaría de Estado indicó que el seis por ciento de los municipios colombianos tienen una situación de riesgo extraordinario y el cinco por ciento riesgo alto, por lo que en esas zonas habrá medidas especiales de seguridad. Pese a que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han intentado perpetrar algunos atentados -dos bombas fueron desactivadas en la víspera-, el Gobierno confía en que la jornada electoral sea la más tranquila la más tranquila de los últimos 30 años.
Un total de 71.777 mesas se instalarán en Colombia y 948 el exterior para las elecciones, a la que están convocados casi 30 millones de colombianos habilitados para votar entre el oficialista Juan Manuel Santos, ex ministro de Defensa de Alvaro Uribe que en la primera vuelta obtuvo el 46,5 por ciento de los votos; y el candidato del Partido Verde, Antanas Mockus, que se hizo con el 21,4 por ciento de los sufragios.
Santos parte como favorito avalado por las últimas encuestas que le otorgan casi el 67 por ciento de las intenciones de voto frente a Mockus, con el 29 por ciento. Hay que advertir eso sí que ya en la primera vuelta los sondeos sufrieron un sonado traspíé, al augurar casi todas un "empate técnico" entre los principales candidatos, cuando la diferencia final superó los 20 puntos.
