La ex candidata a la vicepresidencia de Colombia, que pasó seis años secuestrada, conversó con Una Nueva Mañana.
Aseguró que el día de hoy, los propios guerrilleros no tienen claridad del sentido de sus demandas.
La abogada colombiana Clara Rojas, quien fue liberada por las FARC en enero de 2008 luego de pasar seis años secuestrada en poder de la guerrilla, rememoró este lunes en Una Nueva Mañana momentos y reflexiones de esa experiencia, llamando a quienes ven "con buenos ojos" a esa organización "a que se informen mejor".
Rojas, quien fue secuestrada en 2002 junto a la candidata presidencial Ingrid Betancourt, explicó que al momento de su secuestro, ella sólo estaba enterada de la realidad de las FARC "desde el punto de vista intelectual. Nunca había tenido una relación personal, había leído libros, artículos, pero todo era a un nivel intelectual y nunca me imaginé encontrar lo que vi".
De tal consecuencia, "el golpe (del secuestro) es enorme, porque es como un desfase entre la teoría y la práctica, donde uno dice, 'ellos deben razonar de esta manera, o tener este ideal político detrás', pero cuando ves que no, que es gente sencilla, normal, humilde, artesanal, ruda, dices, 'bueno, ¿toda esta pelea hacia donde los lleva?' Y cuando te das cuenta que ni ellos mismos saben, dices ¿dónde está ese ideal político que supuestamente dicen reivindicar?".
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| Rojas fue liberada el 10 de enero de 2008. (Foto archivo: EFE) |
En este sentido fue que, comentando las supuestas vinculaciones de la guerrilla con grupos de izquierda de Chile, la abogada opinó que "todas aquellas personas que de alguna manera ven con buenos ojos el actuar de la guerrilla, yo les diría 'infórmense mejor', porque realmente el delito del secuestro es muy grave y lo es no sólo para las personas que padecemos ese flagelo en carne propia, sino para toda la humanidad en su conjunto, y esto es algo en lo que deberíamos estar unidos".
"(El secuestro) hay que rechazarlo vehementemente y también a las personas que lo practican, porque yo no creo que uno pueda lograr una reivindicación política a costa de cometer semejantes atrocidades. Aquellos que eventualmente puedan creer que la guerrilla puede ser una reivindicación para el pueblo, deben informarse mejor sobre cuál es la situación de la guerrilla, de Colombia, del pueblo y bueno, también la situación que padecemos los secuestrados, que es dramática", enfatizó Rojas.
"Cautiva"
Clara Rojas se encuentra por estos días en nuestro país con el objetivo de presentar su libro "Cautiva", en que narra detalles de su experiencia, marcada por el distanciamiento de su ex amiga y compañera de fórmula electoral, Ingrid Betancourt y, sobre todo, por la concepción de un hijo -Emmanuel- junto a un guerrillero, situación que generó resquemores y le valió rechazos dentro de los otros rehenes.
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| La abogada se encuentra en Chile para promocionar su libro "Cautiva", donde narra su experiencia como rehén. |
Si bien no aborda en el texto directamente al tema, Rojas relató en Una Nueva Mañana que esa maternidad se gestó en un momento en que "estamos secuestrados, tenemos una presencia militar muy fuerte porque hay casi la inminencia de un operativo militar que viene por nosotros, hay un grupo guerrillero que en ese momento era de más de 200 guerrilleros cuidándonos, armados hasta la cabeza; hay algunas personas que están enfermas, estamos hacinados, de tal manera que vivimos en un miedo constante, porque no sabemos qué va a pasar el minuto siguiente, la muerte está ahí como en espera y estamos al borde del pánico, con el miedo latente".
"Tras eso resulta que estoy embarazada. Con el paso del tiempo yo entiendo que estamos frente a una situación al límite y es difícil para las personas controlar sus emociones y sus pensamientos", expresó la abogada, quien dice haber sentido "una inmensa solidaridad" de parte de sus compatriotas.
"Se ha asumido que los secuestros son un problema de todos, ha habido varias marchas, la gente se interesa en cómo estamos los liberados. Yo noto una solidaridad que creo que antes no existía y eso es positivo. Sin embargo, con el paso del tiempo, me parece que el fragor de las primeras liberaciones ha llegado a un punto muerto y ahora estamos estancados, no sabemos si vamos para adelante o para atrás en este tema", concluyó.
