Un grupo de 153 indígenas colombianos pertenecientes a la etnia Wounaan Nonam se vieron obligados a abandonar sus hogares debido a la violencia de un grupo armado que todavía no ha sido identificado.
Según informó este domingo la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), los indígenas residían en el resguardo de Santa Rosa de Guayacán y se desplazaron desde el 11 de febrero hasta la ciudad de Buenaventura.
En dicha zona del Pacífico, los desplazados están albergados en el Centro de Atención Integral para la Juventud.
Según los primeros datos, el grupo armado que los obligó a abandonar sus hogares es una de las bandas que se formaron tras la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), indicó la OCHA en un comunicado.
El pasado 14 de febrero tuvo lugar un comité extraordinario de Justicia Transicional en el cual la Armada de Colombia aseguró "que ha activado el dispositivo de seguridad para garantizar la habitabilidad de la zona, y que está centrando sus esfuerzos en la protección de las personas amenazadas", agregó la información.
Sin embargo, la comunidad manifestó que las condiciones para su retorno "no están dadas y que es necesario que su cosmovisión sea tenida en cuenta al momento de hablar de seguridad".