Comando de las FARC aceptó responsabilidad en la muerte de gobernador colombiano
Luis Francisco Cuéllar fue secuestrado y luego asesinado el 22 de diciembre pasado.
Fue sometido a un "juicio político" por corrupción, según indicaron.
Luis Francisco Cuéllar fue secuestrado y luego asesinado el 22 de diciembre pasado.
Fue sometido a un "juicio político" por corrupción, según indicaron.
La guerrilla de las FARC aceptó este martes la responsabilidad por la muerte del gobernador colombiano del Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, a quien secuestraron el pasado 22 de diciembre para hacerle un "juicio político" por presunta corrupción.
Así lo expresó el llamado "Bloque Sur" de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en un comunicado fechado el 24 de diciembre pasado y publicado este martes en la página electrónica Anncol, que usualmente da a conocer material de los rebeldes.
El cadáver de Luis Francisco Cuéllar, tiroteado y rodeado de explosivos, fue encontrado en Sebastopol, zona rural cercana a Florencia, la capital del Caquetá, y cuya muerte fue condenada por el gobierno chileno en su oportunidad.
"El objetivo de la retención no era ajusticiarlo, ni hacerle exigencias económicas, sino realizarle un juicio político por corrupto, al haber convertido el dolo y el prevaricato (prevaricación) en piedra angular de su Administración", detalla el escrito.
Agrega que los actos de corrupción del gobernador llegaban hasta el punto de descontar a cada uno de los empleados alrededor de 50 dólares de sus sueldos mensuales para mantener su puesto de trabajo.
Para las FARC, el desenlace de lo ocurrido con el gobernador Cuéllar "es consecuencia directa de la orden impartida por (el presidente) Álvaro Uribe a las fuerzas militares del rescate a sangre y fuego".
El "Bloque Sur" de las FARC, por otra parte, ratificó "la invariable determinación" de los mandos de la organización de liberar unilateralmente al sargento Pablo Emilio Moncayo, el rehén más antiguo y que está en su poder desde diciembre de 1997, cuando los guerrilleros atacaron un centro de comunicaciones en el suroeste del país.