Líder guerrillero fustigó manejo del gobierno en desigualdad y pobreza.
"Sabemos exactamente qué queremos" y qué podemos ceder, dijo el mandatario.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, restó este viernes importancia a las críticas a la política del gobierno hechas por los negociadores de las FARC en la inauguración del diálogo de paz y opinó que tuvieron "intenciones políticas".
"No le paré muchas bolas (no le hice mucho caso) a esas manifestaciones con intenciones políticas", dijo el mandatario sobre las declaraciones de alías "Iván Márquez", el jefe de los negociadores guerrilleros.
"Iván Márquez", cuyo nombre es Luciano Marín Arango, atribuyó la pobreza y desigualdad del país a las decisiones del gobierno y destacó que "la paz no significa el silencio de los fusiles, sino que abarca transformar la estructura del Estado y las estructuras económicas".
"Les estamos quitando las banderas"
El presidente colombiano también respondió más temprano a las críticas de Marín a la ley de Víctimas y Restitución de Tierras, la que para el guerrillero es "una trampa, encarna el despojo legal, los campesinos no tienen más remedio que vender o arrendar a las transnacionales, a los que solo les interesa el saqueo de los recursos minero-energéticos".
"Cuando estos señores de las FARC dicen que esta es una ley de mentiras, es porque les estamos quitando las banderas, es porque ellos saben perfectamente que esto es algo que les quita a ellos una de sus banderas de propaganda", dijo el mandatario.
"Sabemos exactamente qué queremos, sabemos exactamente donde están las líneas rojas, qué podemos ceder, qué no podemos ceder. Ojalá se pueda dar ese resultado porque sería maravilloso para todo el mundo", dijo, al aclarar que si fracasa, el gobierno ha hecho "las cosas de forma tal que al país no le cueste nada haber ensayado".
