El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, anunció que ordenó la militarización de Bogotá para garantizar la seguridad ciudadana comprometida por los disturbios en los que terminaron el jueves las marchas de apoyo a la huelga agropecuaria.
"Ayer mismo ordené la militarización de Bogotá y así lo haré hoy en cualquier zona donde sea necesaria al presencia de nuestros soldados", manifestó el presidente en una alocución desde le Casa de Nariño, sede del Ejecutivo.
El mandatario también ordenó a sus ministros abandonar la negociación con los líderes de los campesinos y que "dejen nuestras propuestas sobre la mesa". "La paciencia se agota", afirmó.
"Infortunadamente, a pesar de todo el esfuerzo realizado, a pesar de las propuestas concretas y el tiempo dedicado, la única respuesta ha sido la constante dilatación de un acuerdo. Porque no quieren acordar, o tal vez porque no los dejan", expresó el presidente.
Toda la disposición al diálogo
Santos dijo, sin embargo, que su Gobierno tiene "toda la disposición para el diálogo con los verdaderos campesinos".
Explicó que sus ministros del Interior, Fernando Carrillo; de Agricultura, Francisco Estupiñán, y el secretario general de la Presidencia, Aurelio Iragorri, han presentado desde el martes varias "soluciones concretas" para levantar la huelga y los bloqueos de carreteras que hoy cumplen doce días, pero los campesinos no aceptan ninguna salida.
"Cuando están a punto de cerrarse los acuerdos, alguien sorpresivamente llama, alguien extrañamente aparece" y todo vuelve al punto cero, dijo el jefe de Estado.
Según Santos la intransigencia de los negociadores del campo se debe a que hay personas o grupos "que están interesadas en que no se llegue a ningún acuerdo" o "que sólo quieren desestabilizar" y culpó directamente al movimiento de izquierdas Marcha Patriótica de estar detrás de la situación.
Víctimas de "la intimidación"
"El movimiento Marcha Patriótica no busca sino llevarnos a una situación sin salida para imponer su propia agenda, sólo les importa su agenda política", agregó el presidente.
El mandatario denunció que en muchos lugares del país personas y grupos "están obligando a los campesinos a participar en los paros", y lo mismo ocurre con transportistas y comerciantes que son víctimas de "la intimidación".
"No a la protesta con extorsión", enfatizó el presidente, quien ofreció recompensa financieras a quien denuncie y ayude a identificar "a quienes están amenazando a personas o empresas".