Un hombre que manifestó haber participado en el asesinato de una pareja de recién casados cuando se dirigían a una popular zona turística de Colombia se entregó a las autoridades.
"El día de hoy se presentó ante la Fiscalía seccional un sujeto que manifestó haber participado en el homicidio, en estos momentos esta persona está siendo interrogada por la Fiscalía y la Policía Judicial para tener avances concretos en la investigación", afirmó el ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, en una rueda de prensa.
El lunes, Rafael Martínez, alcalde de Santa Marta, capital del departamento caribeño de Magdalena, informó que habían sido hallados los cuerpos de la bióloga Natalia Jiménez y de su esposo Rodrigo Monsalve, oriundos de Bogotá.
"Estamos adelantando las investigaciones y ofrecemos una recompensa de 50 millones de pesos (unos 15.100 dólares) a quien nos ayude con informaciones que conduzcan a los autores de este asesinato", manifestó el alcalde.
En ese sentido, el ministro Trujillo afirmó este miércoles que se designó a "un fiscal de apoyo con conocimientos especializados en criminalística para liderar las investigaciones".
"Asimismo existe un equipo mixto de Policía Judicial de la Sijín y del CTI para que en corto tiempo se logren esclarecer los hechos e identificar a sus autores", detalló el funcionario.
La pareja fue hallada por campesinos del sector de Perico Aguao, localizado en la carretera que lleva de Santa Marta, capital del departamento de Magdalena, a Palomino, en La Guajira.
La aldea de Palomino, a 80 kilómetros de Santa Marta, es un paraíso con playas de fina arena blanca, cálidas aguas azules y vegetación frondosa que la han convertido en refugio para el descanso de extranjeros y en uno de los destinos más cotizados del país.
Según informaciones de familiares de las víctimas, la pareja, que estaba en luna de miel, se movilizaba en un vehículo de su propiedad por la Troncal del Caribe cuando fueron interceptados por desconocidos que al parecer los secuestraron.
En el momento del hecho, el viernes al caer la tarde, la bióloga estaba hablando por teléfono con su padre, quien de repente escuchó gritos de su hija y voces de desconocidos que los amenazaron de muerte, tras lo cual se cortó la comunicación.
Natalia Jiménez, de 35 años, era directora del proyecto Magdalena Cauca Vive, de la Fundación Natura -dedicada a la conservación, uso y manejo de la biodiversidad- y se había destacado por sus acciones de defensa de las especies animales de la región.
Por su parte, su esposo Rodrigo Monsalve, de 40 años, era antropólogo y trabajaba como pinchadiscos en Santa Marta, según amigos de la pareja.