Un profesor y un adolescente fueron asesinados durante la celebración del Año Nuevo en un resguardo indígena del departamento del Meta, en el centro de Colombia, crímenes que ya son investigados por las autoridades.
"La Policía Nacional lamenta los hechos que llevaron a la muerte del señor Gerardo León, de 68 años de edad, y del adolescente Esneider Amaya León de 16 años, situación que se habría presentado por actos de intolerancia y de ingesta de licor", indicó la institución en un comunicado.
Según la autoridad, el doble crimen ocurrió en el resguardo El Tigre de la comunidad Sikuani, ubicado en un paraje rural del municipio de Puerto Gaitán.
La Policía "tomó contacto con el gobernador del resguardo indígena con el propósito de realizar los actos urgentes y la inspección técnica al cadáver".
"Es importante indicar que el líder de esta comunidad manifestó que la jurisdicción especial indígena asumirá de acuerdo a sus tradiciones ancestrales, las acciones correspondientes para esclarecer este hecho", agregó la información.
Gremio de docentes preocupado por la violencia
La Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode) denunció y rechazó el crimen del etnoeducador que hacía parte de esa asociación.
"Exigimos garantías por parte del Estado para que en este año no continúe la ola de violencia contra los docentes", añadió la Federación.
Colombia tuvo una gran cantidad de masacres en 2020, que recordaron las épocas más convulsas de la guerra, matanzas en las que cayeron, principalmente en zonas rurales y alejadas de Colombia, civiles víctimas de las disputas que libran grupos criminales por el control de la tierra y economías ilegales como el narcotráfico.
Por la gravedad del panorama, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, denunció en diciembre que el organismo había documentado hasta entonces 66 masacres en 2020 en las que 255 personas fueron asesinadas en 18 departamentos del país.
El viernes, el representante a la Cámara Omar Restrepo afirmó que Yolanda Zabala se convirtió en la primera ex combatiente de las FARC en ser asesinada en 2021, un crimen perpetrado por desconocidos en el municipio de Briceño, en el departamento de Antioquia (noroeste).