El presidente de Colombia, Alvaro Uribe, asumió la responsabilidad que le puede caber en el asesinato de Liliana Gaviria, hermana del ex mandatario César Gaviria, ocurrido el jueves.
Uribe reconoció en las exequias de la empresaria que estuvo dos meses sin protección, respecto a lo que señaló que le "preocupan las circunstancias" en que esto ocurrió.
El actual presidente advirtió que "si los asesinos buscaban un efecto electoral, chocarán con el propósito del los colombianos de defender la democracia".
En este sentido, declaró que se trata de un hecho "muy dañino", pero indicó que, sobre el dolor' su Gobierno tiene la decisión de preservar "todas las garantías electorales" para los comicios del 28 de mayo.
"Nos duele. Nos duele enormemente que ocurran esos crímenes", afirmó el presidente Álvaro Uribe, que anunció una recompensa de casi 400.000 dólares.
Apuntó, en palabras publicadas por El País de Colombia, que "cada vez que asesinan a un colombiano siente vergüenza", por lo que prometió estar "al pie" del caso de Liliana Gaviria hasta que se pueda "dar con los autores de este crimen", a quienes prometió castigar.
Liliana Gaviria, una agente inmobiliaria de 52 años de edad, fue asesinada la tarde del jueves por unos asaltantes desconocidos en la provincia de Risaralda, a 175 kilómetros al oeste de Bogotá.
César Gaviria fue presidente de Colombia entre 1990 y 1994, antes de convertirse en secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). (Cooperativa.cl)