Una avería en una fábrica de azúcar en la localidad cubana de Calimete (Matanzas, oeste) provocó el derrame de 268.000 litros de petróleo en varias zonas de las instalaciones, informaron este lunes medios oficiales de la isla.
El vertido, que ya fue controlado, se registró el sábado al producirse una avería en un depósito de combustible destinado a la producción de alcohol en la destilería ubicada junto al central azucarero Jesús Rabí, según dijo el director de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Azumat, Eric Minoldi Pérez, citado por el periódico Granma.
La rotura de la base del tanque provocó el derrame del combustible que se dispersó por las calles de la comunidad azucarera, donde unas 24 horas más tarde fuerzas especializadas habían recuperado alrededor de 135.000 litros del petróleo derramado, según el reporte.
El directivo de Azumat explicó que el petróleo recuperado es enviado a varias refinerías con el propósito de su reutilización, pues no ha perdido sus parámetros de calidad.
Asimismo indicó que tras finalizar la recogida del combustible y el saneamiento del área donde se vertió, los niveles de hidrocarburo a todo lo largo del sendero contaminado se mezclarán con rocoso para su uso como impermeabilizante en caminos de la zona.
También se abrieron fosas para la evacuación del petróleo a 500 metros del área donde se originó el derrame.
Hasta ahora no existen indicios de que el accidente haya causado un impacto sobre el medioambiente o las áreas agrícolas en torno a la fábrica, según dijo el delegado del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), Oscar García, quien reconoció la trascendencia del suceso.
Directivos de la empresa azucarera, del Instituto de Recursos Hidráulicos, el Citma y el Ministerio del Interior trabajan para determinar las causas y los daños del accidente aunque evaluaciones preliminares descartan afectaciones al manto freático.
Este derrame de petróleo se suma a otros ocurridos en las bahías de Cienfuegos (centro-sur) y Matanzas (oeste) en junio y octubre del año pasado, que motivaron que las autoridades de la isla dispusieran la instalación de barreras de contención en los lugares más vulnerables a producirse vertidos accidentales.