Cuba anunció este martes las medidas para la reapertura total al turismo en noviembre, como la eliminación de cuarentena obligatoria y un drástico aumento de las conexiones aéreas internacionales, después de que el Covid-19 redujera al mínimo la llegada de visitantes el último año y medio.
El ministro de Turismo, Juan Carlos García, no ofreció datos actualizados de las pérdidas en estos casi dos años de pandemia, pero aseguró que "cualquier pequeña disminución de la actividad turística tiene un gran efecto para un país como Cuba".
"Esperamos revertir la situación creada por las restricciones de la pandemia", afirmó García durante una rueda de prensa para informar sobre la preparación de esa esfera ante la reapertura de las fronteras el 15 de noviembre.
UNA CAÍDA DEL 94% HASTA MAYO
Antes de la pandemia, el turismo representaba la segunda fuente oficial de ingreso de divisas -solo por detrás de la venta de servicios profesionales al exterior- y aportaba en torno al 10 por ciento del Producto Interior Bruto.
El país caribeño pretendía recibir en 2020 cerca de 4,5 millones de visitantes internacionales y revertir la caída de un 9,3 por ciento de 2019, cuando viajaron al país 4,2 millones de turistas, 436.352 menos que en 2018, según datos oficiales.
Sin embargo, desde enero de 2021 hasta mayo recibió 225.417 turistas extranjeros y viajeros, casi dos millones menos que en la misma etapa de 2020 y un descenso del 94 por ciento, acorde a la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).
La mayoría fueron rusos, seguidos por cubanos residentes en el exterior, alemanes, españoles y canadienses.
La planta hotelera de la isla cuenta actualmente con unas 70.000 habitaciones, el 63 por ciento de ellas ubicadas en instalaciones de cuatro y cinco estrellas, y hasta el año 2030 los planes oficiales incluyen la construcción de más de 103.000 habitaciones y hoteles de lujo en las principales ciudades del país.
La mayor parte de las instalaciones turísticas es operada en régimen de sociedades mixtas conformadas por empresas estatales cubanas y compañías extranjeras, entre ellas las españolas Iberostar y Meliá.
NUEVOS PROTOCOLOS
La reapertura "controlada" de los servicios turísticos responde al avance de la vacunación masiva en Cuba, que debe alcanzar a más del 90 por ciento de la población en noviembre, según las estimaciones oficiales.
El país caribeño suspendió los vuelos comerciales y chárter en abril de 2020 para frenar la expansión del coronavirus y en octubre de ese año reabrió los aeropuertos, pero con una reducción mínima de vuelos procedentes de EE.UU., México, Panamá, Bahamas, Haití, República Dominicana y Colombia.
A partir del próximo 7 de noviembre, los viajeros entrantes no tendrán que someterse a una cuarentena obligatoria ni presentar un PCR negativo, aunque deberán acreditar haber recibido alguna de las vacunas contra el Covid-19 reconocidas en el mundo, aseguró hoy el titular de Turismo.
García mencionó que los niños menores de 12 años tampoco están olbigados a mostrar ningún PCR o esquema de vacunación a su arribo al país, pero acotó que se mantendrá la vigilancia epidemiológica y el uso obligatorio de la mascarilla en las terminales aéreas y en el resto del país.
En el caso de los cubanos residentes, estos deberán presentarse en su centro de salud más cercano en las 48 horas de su llegada y a la semana se les realizará un test de antígenos, informó García.
Asimismo, los dueños de las casas de renta particulares deberán informar oportunamente a las autoridades en caso de que sus huéspedes presenten síntomas de enfermedad respiratoria.
FORMAS DE PAGO
Los bancos y casas de cambio no venden divisas a la población en Cuba por la falta de liquidez, mientras el dólar y el euro se han disparado en el mercado informal casi el triple respecto a la tasa oficial.
A ello se suma la suspensión desde el 21 de junio de los depósitos de dólares en efectivo, según el Gobierno por las fuertes restricciones del embargo de EE.UU. para que Cuba ingrese esos billetes en bancos internacionales.
Al respecto, García explicó que los turistas podrán adquirir unas tarjetas prepago en Moneda Libremente Convertible (divisas) con un valor de 20, 200, 500 y 1.000 MLC, válidas por dos años que pueden ser operadas por cualquier persona.
Estas se comprarán en cualquier moneda en efectivo o con una tarjeta de banco, señaló el funcionario cubano sin especificar el costo de las tarjetas.
No obstante, seguirán las operaciones por transferencia y depósitos de otras monedas aceptadas en Cuba como el dólar canadiense, el euro, los francos suizos, la libra esterlina, el yen japonés y el peso mexicano.