La disidencia cubana presentó este lunes la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), una iniciativa que busca impulsar el movimiento ciudadano para encaminar una transición democrática en el nuevo contexto político con Estados Unidos.
El disidente Manuel Cuesta Morúa, de Arco Progresista, dijo que la MUAD quiere "superar el debate" sobre la nueva relación de Cuba con Estados Unidos y la Unión Europea para "asumir esa nueva realidad y trabajar en ella para potencial un cambio hacia una democracia participativa y ciudadana".
El proyecto incluye a organizaciones de dentro y fuera de Cuba como la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu), liderada por el ex preso político José Daniel Ferrer; el Frente Antitotalitario Unido, del disidente Guillermo Fariñas; o la plataforma #CubaDecide impulsada por Rosa María Payá; además de periodistas independientes e intelectuales como la artista Tania Bruguera.
Según Cuesta Morúa, lo novedoso de esta iniciativa frente a otros intentos de la oposición cubana de aglutinarse es el "amplio espectro político" y su "composición plural", que permite que las "diferencias entre grupos enriquezcan la agenda común".
De momento no forman parte las Damas de Blanco, aunque el proyecto de la MUAD está abierto a más grupos de la oposición.
La MUAD se propone organizar y movilizar pacíficamente a la ciudadanía y reclamar la liberación de todos los presos políticos, una reforma migratoria que elimine los obstáculos al libre movimiento de los cubanos y garantice sus plenos derechos a la propiedad y la inversión y el respeto a los derechos humanos.
También promueven el proyecto "Otro 18", en referencia a 2018 que será el año en que el presidente Raúl Castro deje el poder.
El proyecto recogerá propuestas ciudadanas para una nueva ley electoral, de asociación y partidos políticos y planteará la realización de un plebiscito que permita a la ciudadanía dar legitimidad a los procesos políticos en Cuba.