El canciller brasileño, Ernesto Araújo, reiteró este lunes la defensa de la soberanía de Brasil sobre la Amazonía, en respuesta a una insinuación del presidente francés, Emmanuel Macron, para la comunidad internacional intervenir en esa región, que sufre las consecuencias de voraces incendios.
"Nadie necesita de una 'nueva iniciativa para la Amazonía', como sugiere el presidente Macron, cuando ya existen en el ámbito de la Convención del Clima de las Naciones Unidas varios mecanismos para combatir la deforestación", escribió Araújo en sus redes sociales.
En una entrevista con la televisión pública francesa France 2 al término de la cumbre del G7 de Biarritz, en el suroeste francés, Macron insistió en que la actitud de Bolsonaro le llevará a no ratificar el acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Mercosur.
"Respetamos su soberanía, pero en el tema de la Amazonía no podemos dejarle destruirlo todo", indicó Macron, quien antes había dejado entrever la posibilidad de una acción conjunta internacional para la defensa de la región amazónica.
Frente a eso, el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil comentó: "Está muy evidente el esfuerzo, por parte de algunas corrientes políticas, de extrapolar cuestiones ambientales reales transformándolas en una 'crisis' fabricada, como pretexto para introducir mecanismos de control externo de la Amazonía".
"Brasil no aceptará ninguna iniciativa que implique relativizar la soberanía sobre su territorio, cualquiera que sea el pretexto y cualquiera que sea el ropaje", agregó el canciller.
Las Fuerzas Armadas brasileñas, movilizadas por el presidente Jair Bolsonaro para colaborar en el combate a los incendios que destruyen parte de la Amazonía, ya actúan en ocho de los nueve estados amazónicos, tras la petición de ayuda presentada este lunes por la gobernación de Amapá.
La movilización de las Fuerzas Armadas fue anunciada el pasado viernes por Bolsonaro como primera medida para combatir los incendios y en medio de las fuertes críticas que ha recibido tanto en el país como en el exterior por las omisiones del gobierno en el combate a la deforestación ilegal de la Amazonía.
Brasil también alega que los incendios forestales ocurren todo los años y que agosto y septiembre son "críticos" por la sequía que afecta a la Amazonía en esos meses.
De hecho, aún cuando son los más extensos en los últimos siete años, de acuerdo a datos oficiales los incendios que hoy consumen parte de la Amazonía no tienen la magnitud de los ocurridos hasta 2004, desde cuando están en caída tanto esos siniestros como la deforestación en la región.
El gobierno brasileño agradeció los 20 millones de dólares de ayuda al combate a los incendios aprobada este lunes por los países del G7 pero aclaró que los usará desde que pueda hacerlo de forma soberana. La ayuda del grupo servirá para poder costear principalmente el envío de aviones cisterna a la Amazonía.
Pero, una vez mitigada la urgencia, el G7 también planea lanzar en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas de septiembre y, coordinado con las naciones amazónicas, un plan para actuar en la reforestación y la conservación de la biodiversidad.
"Considero una excelente medida y una ayuda bienvenida", dijo el ministro brasileño de Medio Ambiente, Ricardo Salles, antes de aclarar que "quien decidirá cómo usar esos recursos en Brasil son el pueblo y el gobierno brasileños".
No obstante, el ministro de Presidencia, Onyx Lorenzoni, afirmó al portal de noticias G1, de la cadena Globo, que Brasil podría rechazar la ayuda, porque "esos recursos tal vez sean más relevantes para reforestar a Europa, ya que Macron no consigue evitar un previsible incendio en una iglesia patrimonio de la humanidad".
"Brasil es una nación democrática, libre y nunca tuvo prácticas colonialistas e imperialistas como tal vez sea el objetivo del francés Macron. Que, por coincidencia, tiene altas tasas internas de rechazo a su gestión", concluyó Lorenzoni.