La lucha contra los incendios forestales continúa este domingo en España, donde están previstas temperaturas extremas de hasta 42 grados en medio de una intensa ola de calor.
Aunque la situación es algo mejor para controlar algunos de los graves incendios que desde hace días arrasan miles de héctareas, obligando a desalojar poblaciones rurales, otros declarados la pasada noche hacen de nuevo necesario movilizar a numerosos efectivos aéreos y terrestres de lucha contra el fuego, incluida la Unidad Militar de Emergencias.
Muchos de los algo más de 3.000 vecinos que fueron desalojados en el sierra de Mijas (sur) pudieron volver a sus casas, aunque siguen habilitados dos pabellones deportivos con asistencia de Cruz Roja para quienes aún no puedan regresar, según fuentes de los servicios de emergencias.
Este fuego ha recorrido un perímetro de 1.890 hectáreas desde el pasado viernes.
Otro incendio afecta desde el pasado lunes a una zona también de montaña en Monsagro (noroeste), con más de 2.200 hectáreas quemadas, donde vecinos que habían vuelto tras ser desalojados tuvieron que permanecer varias horas en sus viviendas ante la proximidad de nuevo de las llamas.
Las autoridades denuncian que algunos de estos fuegos son provocados, como el declarado la pasada noche en la Garganta de los Infiernos, un paraje natural en la provincia de Cáceres (este).
En este misma provincia otro incendio afecta desde hace días a la zona del Parque Nacional de Monfragüe, uno de los principales espacios naturales protegidos del país, y junto con otro en el área montañoso de Las Hurdes suman unas 6.000 hectáreas quemadas y más de 700 vecinos evacuados, algunos desde hace siete días.
En la región de Galicia (noroeste), tres incendios mantienen en riesgo núcleos de población, pues siguen activos trece fuegos que han quemado 4.430 hectáreas, según las autoridades regionales.
La Agencia Estatal de Meteorología mantiene la alerta roja en tres regiones del norte del país y otras diez tienen avisos por riesgo extremo o importante, dadas las altas temperaturas en la ola de calor que persiste, que podrán llegar a los 42 grados centígrados, por una masa de aire muy cálido desde el Sáhara.