Evo Morales acusó el viernes a "algunos grupos" de pagar a jóvenes para provocar varios de los incendios que han devastado cientos de miles de hectáreas de bosques y pastizales en la Chiquitania de Bolivia, con el objetivo de culparlo por esas emergencias.
"Algunos grupos están pagando a los jóvenes para que vayan a incendiar y echarnos la culpa. No se puede entender eso", dijo el jefe de Estado durante un acto oficial en la población sureña de Yacuiba, cerca de la frontera con Argentina.
Morales apuntó que ese tipo de actitudes responden a "razones políticas", aunque no identificó a los supuestos grupos que están detrás de los hechos que han llevado a las autoridades locales a declarar la emergencia en el oriente de Bolivia y al Gobierno a abrirse a la cooperación internacional.
El gobernante aseguró que sus palabras se sustentan en una investigación de la Policía basada en algunas denuncias de campesinos que supuestamente observaron a "gente ajena" en lugares donde se reportaron varios de los focos de calor.
El jueves la Policías Boliviana detuvo a tres jóvenes a los que se señaló de ser los causantes de los incendios en el sector de Aguas Calientes, cerca de Roboré, una de las primeras regiones en sentir el golpe del fuego, y que se salvaron de ser "linchados", indicó Morales.
"Pido a la población cuidar a nuestra Madre Tierra, cuidar nuestras parcelas y regiones para que gente agenda no venga a incendiar", manifestó el presidente boliviano, que el lunes cuestionó las protestas ambientalistas que se produjeron en Bolivia, pidiendo "unidad y solidaridad" de la población.
Complicaciones diversas
Varios sectores de oposición y de defensa del medioambiente han responsabilizado al Gobierno de Morales por los incendios, al considerar que un decreto aprobado en julio pasado ha sido una de las causas para que se estimulen las quemas de pastizales.
Esas quemas, también conocidas como "chaqueos", se realizan para preparar los terrenos para el nuevo ciclo agrícola, bajo una actividad "controlada", de acuerdo con la normativa boliviana.
El Gobierno ha reportado más de 700.000 hectáreas afectadas por los incendios en la Chiquitania boliviana, un sector de transición entre el Chaco y la Amazonía, aunque las autoridades departamentales cruceñas aseguran que el daño supera el millón.
En la región afectada están los emblemáticos templos y misiones jesuíticas que perviven hasta estos días y que son los mejores conservados en el continente.